miércoles, 16 de febrero de 2011

Las redes sociales tecnológicas y las políticas públicas en Venezuela



Las redes sociales tecnológicas han venido cobrando realmente una importancia dentro de Venezuela y así lo demuestra lo publicado en http://resnickscity.wordpress.com/2010/12/20/estadisticas-de-twitter-en-latinoamerica/; según estas estadísticas somos el 4to país en Latinoamérica con 921.000 twitteros activos y ocupamos los siguientes puestos de tweets enviados por día dentro de las ciudades latinas: 4to puesto (Caracas),  8vo (Maracay), 10mo (Valencia) y 14to (Zulia). Aunado a ello según esta página oficial http://www.checkfacebook.com/  (consulta 14/02/2011) tenemos 7.945.220 personas registradas en Facebook en el país.

Partiendo de estos datos pudiésemos decir que las redes sociales como Facebook y Twitter son estructuras sociales tecnológicas bien importantes en Venezuela, cuya característica fundamental es satisfacer necesidades de comunicación entre personas afines, con criterios en muchas ocasiones diferentes, basta tener una cuenta en éstas para observar que en su gran mayoría son para compartir fotos, canciones, comentarios, invitaciones a juegos y otros; ahora bien, ¿será que tendrá un impacto positivo o negativo  que el Gobierno Nacional utilice este lugar como una posible estrategia para intercambiar opiniones acerca de las políticas públicas implementadas y sus resultados en todos los ámbitos, utilizar esta plataforma para enterarse de situaciones difíciles que están ocurriendo en Venezuela, para tomar medidas en el momento oportuno?.

En este mismo orden de ideas el Gobierno Bolivariano del Presidente Hugo Chávez está tomando en consideración estas plataformas, ya que podemos ver que en http://twitter.com/chavezcandanga tiene 1.221.982 seguidores y también existe una página web http://www.chavez.org.ve/ a través de la cual se puede solicitar asistencia al Ejecutivo Nacional. Pero vale la pena preguntarse si realmente sirven estas herramientas tecnológicas para acercarse a un colectivo que debe tener disponibilidad de usar esta tecnología, si se podrá  tomar una decisión acertada con alguna denuncia publicada en este medio, si se logrará ejercer una verdadera contraloría social, o si se puede lograr construir un verdadero poder popular desde este escenario, etcétera.
 
Considerando lo expresado anteriormente, decimos algo bien común, NADA SE PIERDE INTENTÁNDOLO.

jueves, 10 de febrero de 2011

1era reflexión del Foro I “Filosofía y la Gerencia”

Después de haber leído parte de las lecturas recomendadas en este foro presentaré una 1era reflexión acerca de la Filosofía y la Gerencia, comenzando por la conceptualización según la Real Academia Española a través de página web http://buscon.rae.es/draeI/ que es filosofía:

(Del lat. philosophĭa, y este del gr. φιλοσοφία).1.f. Conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido  del  obrar  humano. 2.f. Doctrina filosófica. La filosofía de Kant. 3.f. Conjunto de doctrinas que con este nombre se aprenden en los institutos, colegios y seminarios. 4.f. Facultad dedicada  en  las  universidades  a   la   ampliación   de   estos  conocimientos. 5.f. Fortaleza  o  serenidad  de  ánimo  para  soportar  las vicisitudes de la vida. 6.f. Manera de pensar o de ver las cosas. Su filosofía era aquella de vivir y dejar vivir. (Consulta: 09/02/2011)

Partiendo de esta definición, podemos decir que todos los individuos somos filósofos, ya que cada uno de nosotros pensamos y vemos las situaciones de manera distinta, en nuestro caso como gerentes investigadores buscamos orientar nuestras acciones y conocimientos de manera metódica, razonable, lógica siempre sustentada en argumentos para darle respuestas a las necesidades que se presentan en nuestro quehacer diario.

En este mismo orden de ideas bajo la perspectiva filosófica gerencial tenemos la opción de hacernos varias preguntas desde diferentes puntos de vistas: postura ontológica ¿qué es el gerente dentro de las organizaciones?, postura axiológica ¿qué valores tiene el gerente y cómo se reflejan en las organizaciones? postura sociológica ¿cómo se encuentra el gerente dentro de la sociedad?, postura epistemológica ¿en dónde radica el origen del conocimiento de la gerencia?, postura psicológica ¿de dónde vienen las acciones del gerente?, en fin, nos encontramos sumergidos dentro de este universo de conocimientos y tenemos la oportunidad de asumir una posición o varias posiciones para generar nuestra propia filosofía de vida gerencial.

En armonía con lo manifestado anteriormente parafrasearemos a Bédard (2003), la cual nos presenta un rombo donde une praxeología, epistemología, axiología y ontología indicándonos que se unen para complementarse e interrelacionarse, creando de esta manera una vinculación condicionada por la presencia de cada una de ellas, y que por otro lado cada una de ellas se ocupan de un espacio dentro del período de vida del individuo, dándole sentido así a lo que hace y reduciendo a través de la experiencia y el conocimiento posibles errores.

Uniéndonos a este sentimiento decimos que nuestra filosofía gerencial parte de nuestra familia, del hogar, ya que ése es un laboratorio de aprendizaje, es allí donde nos desarrollamos primeramente, donde nos identificamos con modelos y referencias, es donde absorbemos y conformamos nuestra información primaria, en donde el quehacer cotidiano de nuestros padres se convierte en disciplina, hábitos, costumbres, tomando decisiones, saliendo adelante a pesar de las circunstancias, obedeciendo, respetando, es decir, un sin fin de actividades que nos dan como gerentes nuestras raíces históricas, biológicas y sociales, identidad personal y sexual, el estar siempre vinculado con ser competente en lo que se decida hacer sin temor a fallar; todas estas vivencias forman parte de nuestra filosofía gerencial.

A modo de conclusión decimos que nuestra pasantía en la vida, vista como filosofía gerencial, tiene implícitamente la ontología, axiología, sociología, epistemología y otras, que vienen desde los padres, abuelos, tíos, parientes, hermanos, conocidos, amigos, cónyuges, es decir, un conjunto de personas que nos han apoyado, premiado, castigado, enseñado modelos de efectividad, eficiencia, eficacia o todo lo contrario. Este proceso evolutivo de infinidades de relaciones y contactos, son nuestras fuentes para activar mecanismos para resolver las dificultades diarias; estos escenarios cambiantes hay que vivirlos, hay que experimentarlos, ya que no se encuentran en los textos, libros, revistas científicas, son esas fuentes originarias definitivamente las que sellarán nuestra filosofía gerencial.

Referencia bibliográfica

Bérdad, R (2003). Los fundamentos del Pensamiento y las Prácticas Administrativas. El Rombo y las cuatros dimensiones Filosóficas. AD-MINISTER. Revista  de  la Escuela de Administración. Universidad EAFIT. Número 3. Medellín. Pág. 68

domingo, 6 de febrero de 2011

1era Reflexión El pensamiento complejo planteado por Edgar Morin desde la perspectiva de la Neurociencia aplicada al ámbito Gerencial


Según la página web de la Real Academia Española “RAE” http://buscon.rae.es/draeI/ pensamiento es “Potencia o facultad  de pensar. Acción y efecto de pensar. Conjunto de ideas propias de una persona o colectividad”, entonces qué es pensar según el RAE “Imaginar, considerar o discurrir. Reflexionar, examinar con cuidado algo para formar dictamen”. Ahora expondremos qué es complejidad desde esta misma fuente “Cualidad de complejo”, qué es complejo “Que se compone de elementos diversos. Conjunto o unión de dos o más cosas. Psico Conjunto de ideas, emociones y tendencias generalmente reprimidas y asociadas a experiencias del sujeto, que perturban su comportamiento”

Después de conceptualizar las palabras claves de donde parte esta reflexión y contextualizándolo en el marco de la hipercomplejidad del individuo, ya que el ser humano es un ser complejo porque sólo basta con saber que contamos con 100.000 millones de neuronas y que se han caracterizado entre 1.000 a 10.000 tipos diferentes de éstas, teniendo un promedio de 1015 contactos sinápticos en el cerebro adulto y que aproximadamente consume el 20% de nuestras calorías, nos enmarcaremos desde la perspectiva de la neurociencia aplicada al ámbito gerencial.

Tomando en consideración lo anteriormente descrito y partiendo desde un enfoque Neurocientífico, podemos decir que el pensamiento complejo planteado por Morin es transdisciplinario, en donde la columna vertebral de sus planteamientos es el sujeto y que conjuntamente con otras áreas de competencias estamos ante el desafío de construir un puente entre la neurología, psicología, psiquiatría, biología y otras ciencias para dar respuestas a través de nuevos conocimientos de la neurociencia a las organizaciones. Para ello abordaremos primeramente lo dicho por Morin (1999) “Todas las percepciones son a la vez traducciones y reconstrucciones cerebrales, a partir de estímulos o signos captados y codificados por los sentidos” (p. 5), definitivamente esto trasladado al campo gerencial significaría que la percepción influye en la construcción de la realidad de cada individuo. Parafraseando un poco a Heidegger cuando decía el ser no es real sino es oportunidad, decimos entonces que cada ser humano tiene la posibilidad de construir su realidad a través de sus sentidos, teniendo sus propias percepciones y que éstas influirán en las tomas de decisiones gerenciales dentro de cualquier organización.

En este mismo orden de ideas, no podemos escapar de dotar a nuestras tomas de decisiones de múltiples estímulos atractivos que sean capaces de desencadenar en nuestros equipos de trabajo calidad de vida organizacional, salud mental organizacional, es decir, disminuir las afecciones psicosociales y emocionales,  que por ende traerán como beneficio mayor productividad y prosperidad para nuestras organizaciones.

Desde el punto de vista de la neurociencia los sistemas sensoriales que nos permiten degustar, oír, ver, oler y tocar están alojados en ciertas partes del cerebro, ver en el lóbulo occipital, oír en el lóbulo temporal, tocar y degustar en el lóbulo parietal (somatosensorial primaria) y oler en el paleocorteza, desde allí nace la importancia de educar a nuestros sentidos a captar a través de las interrelaciones con el contexto, contorno, entorno y las personas, nuevas realidades y percepciones, que sin duda nos ayudarán a comprender, entender e interpretar los cambios que viven las organizaciones en la complejidad el mundo actual. Durante estas interacciones del hombre con el ambiente que lo rodea, se generan respuestas concretas que son simplemente lo que percibimos como una realidad, nuestra realidad, es decir, es una interpretación sensorial, individual, que depende del momento del día, mes, año, clima, luces, colores, infinidad de sonidos y olores, épocas de la vida, en pocas palabras ves lo que quieres ver.

Dentro de este proceso de complejidad que es la toma de decisiones gerenciales se unen las emociones, para abordar este aspecto mencionaremos a Morin (1999) “Existe una relación estrecha entre la inteligencia y la afectividad: la facultad de razonamiento puede ser disminuida y hasta destruida por un déficit de emoción; el debilitamiento de la capacidad para reaccionar emocionalmente puede llegar a ser la causa de comportamientos irracionales” (p. 5). En este mismo sentido, enmarcando esta cita en el mundo de la neurociencia, decimos que los marcadores somáticos reflejan el estado emocional positivo o negativo que guían el proceso de toma de decisiones, sin duda alguna entonces este conocimiento para un gerente cobra relevancia, ya que el razonamiento no puede operar de manera óptima sin intervención de las emociones y viceversa.

En consideración de lo anterior manifestamos que la mente racional nos proporciona la compresión, reflexión, interpretación, explicación, el análisis, y la mente emocional nos ofrece lo impulsivo e intuitivo, ambos unidos influyen en el desempeño de la vida organizacional, sólo que debemos controlar nuestras emociones (lo que llamó Goleman Inteligencia Emocional) suficientemente para que este vaivén no dirija nuestra toma de decisiones, ya que los efectos pueden ser desastrosos.

A modo de conclusión expresamos lo siguiente: los sentidos, las percepciones, las emociones influyen notablemente en la toma de decisiones gerenciales y en la salud organizacional, es por ello que se hace importante tomar en consideración estudios neurocientíficos que argumentan nuestro comportamiento en las organizaciones y buscar la aplicabilidad de éstos en áreas de las ciencias sociales, administrativas, gerenciales y educativas, de allí la transdisciplinariedad de la Neurociencia.

Morin, E (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO.
Goleman, D (1995). Inteligencia Emocional. Traducción: Elsa Mateo. Ediciones Zeta.
Heidegger, M (1927). Ser y Tiempo. Traducción: Jorge Eduardo Rivera.