sábado, 23 de enero de 2016

Orgasmo femenino: la clave está en el cerebro

Orgasmo femenino: la clave está en el cerebro

"Has estado genial" será lo que ella te diga en la cama, pero ¿cómo estar seguros?  El orgasmo femenino es aún un misterio para muchos mortales. ¿Cómo saber si ella llegó o no al climax? Quizá te interese seguir leyendo. No podemos olvidar que, entre las cosas que favorecen el orgasmo femenino están la relajación y un amante con sentido del humor y suficiente creatividad como para sorprenderla. ¿Cuáles son las claves del placer sexual de la mujer?
En el momento del orgasmo, el cuerpo de la mujer proporciona algunas pistas al amante más experto pues en esos minutos se suceden una serie de contracciones en el útero y el esfínter. Sin embargo, no ha sido hasta hace unos pocos años que la neurociencia ha arrojado un poco de luz a los secretos del dormitorio.

¿Qué sucede en el cerebro de una mujer cuando está experimentando un orgasmo? La Universidad de Groningen, en los Países Bajos, ha realizado varios experimentos que han profundizado en las claves de este proceso. Gracias a la técnica de tomografía por emisión de positrones han analizado el flujo sanguíneo cerebral de un grupo de mujeres mientras alcanzaba el orgasmo, comprobando que se producía un descenso en el flujo sanguíneo del área orbitofrontal lateral del lado izquierdo del cerebro. Curiosamente, este patrón no se observó cuando se pedía a las participantes que fingiesen un orgasmo, lo que asociaría este momento con el comportamiento desinhibido al llegar al climax.
Pero, ¿son iguales los orgasmos de ellos y ellas a nivel cerebral?
Un trabajo posterior realizado por el mismo grupo de investigadores encontró que, aunque hay un patrón similar en la respuesta del cerebro de hombres y mujeres, también parece haber diferencias. En la mujer se observó una alta activación de la ínsula, un área relacionada, entre otras cosas, con el procesamiento de sensaciones corporales y de la empatía, y que se ha asociado con la calidad de los orgasmos femeninos. En el hombre el dopaárea diferencial de mayor activación fue la sustancia gris periacueductal, una zona relacionada con el control de la actividad sexual y que, según los autores, podría explicar la liberación de dopamina tras el orgasmo masculino.

Marisa Fernández, Neuropsicóloga Senior, Unobrain
Fuente: http://www.muyinteresante.es/salud/sexualidad/articulo/orgasmo-femenino-la-clave-esta-en-el-cerebro

La clave está ... en nuestro cerebro


Descubren por qué es tan difícil cumplir los propósitos de año nuevo


La clave está... en nuestro cerebro.





Una nueva investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Duke (EE.UU.) pone de manifiesto por qué es tan complicado dejar de lado un hábito o poner en marcha un plan de acción de cara al nuevo año, lo que conocemos como los buenos propósitos de año nuevo. La clave de esta dificultad radicaría en que nuestros hábitos dejan una marca palpable en circuitos específicos del cerebro, preparándonos para “alimentar” estos vicios en vez de para luchar contra ellos.

Dejar de fumar, comer menos azúcar, hacer más ejercicio, ir menos de compras... la lista de propósitos puede ser muy variopinta pero todas ellas tienen algo en común: debemos romper con la rutina. Sin embargo, nos encontramos con un reto importante: vencer el funcionamiento de nuestro cerebro producto de la costumbre.

Los investigadores emplearon ratones sanos a los que instruyeron para generar un hábito de consumo de azúcar a distinto nivel, observando que los más “enganchados” al dulce, seguían presionando la palanca para obtener azúcar aun cuando se retiraron las golosinas. Al comparar los cerebros de estos ratones (la actividad eléctrica de los ganglios basales que regula el comportamiento compulsivo) con el grupo de control, descubrieron que con solo mirar piezas aisladas de sus cerebros en una placa de Petri era posible discernir qué ratones habían acabado formando un hábito/adicción.

Las señales eléctricas de sus cerebros también revelaron que tanto las de impulso como las de parada eran mucho más activas en los ratones que se habían vuelto “adictos” al azúcar que en el resto, siendo la señal de impulso más prominente que la otra.

Esto puede estar relacionado con el hecho de que una adicción hace que una persona sea más propensa a participar también en otros hábitos poco saludables”, aclara Justin O'Hare, coautor del trabajo.

“Un día podremos ser capaces de dirigir estos circuitos cerebrales para promover hábitos que queramos y acabar con los no deseables”, explica Nicole Calakos, líder del estudio.

El estudio ha sido publicado en la revista Neuron.

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