lunes, 13 de junio de 2011

¿Cómo se conoce la realidad social?

Métodos

¿Cómo se conoce la realidad social?

Autor: Demian Uzcátegui
Doctorando en Ciencias Gerenciales
UNEFA

Los seres humanos nos vamos desarrollando frente a una dinámica de grandes cambios y desafíos tecnológicos, políticos, jurídicos, económicos, financieros y culturales, y todos estos fenómenos que ocurren a diario van formando nuestra cotidianidad a través de vivencias y experiencias, la cual construirá nuestra mismidad. Ahora bien, cómo ubicarnos en la compleja realidad social, si nuestro quehacer diario está domeñado en satisfacer nuestras necesidades individuales y colectivas que se manifiestan a lo largo de toda nuestra existencia en el mundo terrenal y espiritual.

Para hacer una interpretación de cómo se conoce la realidad social debemos pasearnos dentro de la metodología cualitativa que es subjetiva, holística, exploratoria, aplicada generalmente en las ciencias sociales y humanas y que, desde nuestra cosmovisión, pasa por la teoría fenomenológica, hermenéutica y la corriente filosófica del empirismo. Esta última está ligada a la percepción sensorial que tenemos los individuos a través de los sentidos: vista, oído, sabor, olor y tacto, ya que son ellos los que nos permiten de manera directa captar y llenar de información nuestro cerebro, base para la construcción de nuestra realidad y toma de decisiones gerenciales.

No obstante, también debe tomarse en cuenta la metodología cuantitativa, que hace una correlación de las  variables de las relaciones del sujeto con otros y el mundo que lo rodea, siendo ésta objetiva, deductiva, controlada, basada en la inducción probabilística, orientada al resultado, entre otras.

Cabe mencionar que la realidad social se ha venido desarrollando en varios ambientes, uno de ellos es el positivista, del cual nos dice Comte (1798-1857) que el único conocimiento científico es aquel que pueda surgir del método científico; pero también tenemos el pospositivismo impulsado por Dilthey (1833-1911) que a través del círculo hermenéutico propuso el desarrollo de ciencias humanas, ciencias espirituales. Por otro lado está Popper (1902-1994), planteando que toda ciencia es cosmología y que los hombres buscan entender al mundo en el cual estamos incluidos, y nuestros conocimientos forman parte de él; aunado a ello existe el modernismo, que según Mendoza (2008) plantea que el éxito organizacional depende de la gerencia de los recursos económicos tomando en cuenta las leyes del mercado, para ello se requiere una observación meticulosa y una deliberación racional; y en el caso del posmodernismo Lozano (2005), nos dice que éste se centra en la gerencia de valores espirituales, donde intervienen en primera instancia los actos humanos y no la carga que imponen las instituciones; en este mismo sentido Jiménez (2003) dice que los paradigmas de la posmodernidad y sus métodos, se sustentan en la relación directa que el  individuo mantiene con la realidad a fin de promover la necesidad del contacto con ésta para conocerla y comprenderla.

Dándole continuidad a la comprensión e interpretación de cómo se conoce la realidad social, Heidegger (1927) expresaba que el ser “ente” debe entender lo que significa ser un individuo y cómo es el mundo inteligible para los seres humanos, presentándonos así el Dasein “ser-ahí”, en donde el ser humano se comprende a sí mismo desde su existencia, desde una posibilidad, la cual él ha escogido, ha parado en ella o bien ha vivido en ella siempre, y que no sólo le corresponde una interpretación de su ser, sino que su comportamiento se desarrolla y se relaciona con el mundo; es aquí el momento donde se manifiesta la amplitud a diversas interpretaciones que se le pueden dar al Dasein

En este mismo orden de ideas encontradas tenemos a Gadamer (1960), la cual hace una explicación del Dasein que se encuentra en el mundo comprendiendo, y él habla de que el Dasein es la articulación comunicativa de esta comprensión, así pues nos induce a que el mundo se presenta al ser humano como un libro que es susceptible a interpretaciones y también aborda el prejuicio indicando que todos tenemos prejuicios, ya que queremos comprender algo que ya de antemano para nosotros tiene sentido y que es algo indispensable para querer comprenderlo

Bajo este mismo escenario pudiéramos seguir nombrando paradigmas, doctrinas, teorías, métodos, discursos, conocimientos científicos, etcétera, pero para este investigador es importante expresar la retórica desde nuestros pensamientos e ideas, generando de ésta un espacio abierto para la construcción de saberes necesarios entre los interesados. De tal manera y a modo de conclusión pudiéramos decir que la realidad social es construida según nuestras experiencias y vivencias, dentro del entorno, contorno y contexto en el cual nos desenvolvemos día a día, pero por su complejidad para conocerla pasa por comprenderse como ser humano, por interpretar todos los fenómenos que en la cotidianidad nos sucede y que de alguna manera tienen que ser abordados desde diferentes áreas de conocimiento, es decir, debe tener carácter multidisciplinario e ir más allá del individuo mismo.

Finalmente, la realidad social depende en gran medida del conjunto de mecanismos neuronales que se activan cada vez que interactuamos con personas y con el medio, ya que allí subyacen todas nuestras ideas, sentimientos y pensamientos, activando nuestra dinámica corporal, es decir, lo que percibimos como realidad puede ser concebida como interpretación personal y sensorial, parte de nuestros deseos, creencias, paradigmas. Ahora bien, el cómo conocemos esa realidad puede ser abordada desde varias posturas: epistemológicas, ontológicas, psicológicas, axiológicas, antropológicas, biológica, filosófica, sociológica, fenomenológica, hermenéutica, neurociencia, etnográfica y otras.

Referencias
Comte, A (1939). The positive philosophy. Harvard College Library. Londrés. Translated and condensed: Harriet Martineua.

Gadamer, H (1960). Verdad y Método. Ediciones Sígueme. Traducción por  Ana Agud y Rafael de Arapito. 1993. Salamanca. España.

Heidegger, M (1927). Ser y Tiempo. Edición digital de: http://www.philosophia.cl. Traducción por: Jorge Eduardo Rivera. 1953.

Jiménez, R (2003) De la modernidad a la postmodernidad: El tránsito necesario. Revista ciencias de la educación. Año 3, Vol. 2, Nº 22. Valencia.

Lozano, A (2005). La transcomplejidad de la gerencia en las organizaciones.

Mendoza, H (2008) Modernismo y postmodernismo, hacia la construcción de un liderazgo antropocéntrico. Revista Venezolana de Gerencia, Vol. 13, Núm. 44, pp. 637-654. Universidad del Zulia. Venezuela.

Popper, K (1934). The logic of Scientific Discovery. Logik der Forschung. Vienna – Austria.

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