Equipo Nro 4: Wilpia Flores, Vlaudimir González, Patricia Obregón, Demian Uzcátegui
Reflexión del
Seminario Internacional dictado por Bernardo Kliksberg “Hacia una Cultura de la
Transparencia”- Ciudad de Guatemala, 26 y 27 de mayo del 2005
El gerente y la cultura de la
transparencia
El valor de la transparencia
como columna vertebral de la construcción ética profesional del gerente, no le
permite caer en actos de corrupción, es por ello que hay que profundizar e
impulsar desde nuestras escuelas acciones concretas para crear una cultura de transparencia
en todas nuestras acciones, fortalecido desde nuestro hogar y con nuestra
familia como eje central, ya que allí se aprende a ser o no a ser transparente.
Pero aunado a ello,
tenemos un factor bien importante que son los medios de comunicación masiva
privados, que nos saturan a través de la publicidad comercial e impulsan hacia
una cultura en donde el tener ha sustituido al ser, es decir, tú eres lo que
tienes, siendo éste un espacio sigiloso que a través de mensajes van inculcando
y sembrando una cultura de enriquecimiento personal ante lo colectivo, sin
importarme que cosas hacer para lograrlo, cayendo así en actos de corrupción
que definitivamente socavan la transparencia de cualquier empresa e institución
pública del país y es que, muchas veces lo hemos escuchado “a mí que pongan donde hay” y en algunos
casos cuando te dan comisiones y alguna persona no desea aceptarla escuchamos expresiones como “tranquilo todo el mundo lo hace”.
En este mismo marco
de ideas, podemos mencionar la definición presentada por Bello (2008) donde
dice “los valores son principios que rigen las relaciones de las personas en
una organización” (p. 37), y para contextualizar el tema en cuestión vincularemos
el concepto anterior con parte de las conclusiones expresadas por Granell (1997),
las cuales nos indican que las relaciones sociales y afectivas de los
venezolanos son muy fuertes y en ciertas ocasiones más importantes y poderosas
que las reglas, en donde la creencia “las
reglas están hechas para ser violadas”, la cual es compartida por algunos
venezolanos y quién puede negar la expresión “consíguete una palanca…”, en donde los nexos del compadrismo,
amiguismo, padrinismo, etcétera, son y prevalecen en muchas organizaciones en
Venezuela para dar ascensos, conseguir empleos, aumentos de sueldos y salarios
y otros.
Para reforzar aún más
este aspecto, mostraremos una estadística publicada en el 2009, por la
organización de Transparencia Internacional, a través de su página web presenta
el Índice de la Percepción
de la Corrupción
(IPC) http://www.transparency.org/policy_research/surveys_indices/cpi/2009,
en donde manifiesta que Venezuela ocupa el puesto 31 con 1,9, siendo el 2do
país percibido como más corrupto en América.
A pesar de que existe
una Ley Contra la
Corrupción (2003) y Códigos de Éticas de diferentes áreas
profesionales, las cuales pretenden garantizar la transparencia y honestidad en
las acciones emprendidas de los funcionarios públicos, los particulares,
personas naturales y jurídicas, pareciera que la falta de transparencia desde
sus diferentes ámbitos fuese un problema cultural en Venezuela y así lo
demuestran estudios de Pérez (1991); Njaim (1995), en donde nos ofrecen muchas
interpretaciones explicando la conducta poco ética del venezolano.
Y en consecuencia de
lo expresado anteriormente, estamos totalmente de acuerdo lo hablado por
Kliksberg en su conferencia, la cual nos indica que la falta de transparencia
como causa, genera daños intangibles y tangibles que perforan el capital social
en sus grandes dimensiones como lo son: la confianza del colectivo, la
capacidad de asociarnos con los demás, la conciencia colectiva y los valores para
la construcción de la ética colectiva, eliminando toda posibilidad de crear una
economía sana, aumentando las desigualdades y aniquilando un sistema económico socio
productivo como lo planteado en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y
Social de la Nación,
en su línea estratégica IV.
A modo de conclusión,
todos somos corresponsables en la construcción de la ética a través de nuestros
valores, para lograr tener una transparencia, pasa por la honestidad de
nuestras acciones diarias, dentro de nuestra familia, comunidad, universidad y
otros, es decir, en cualquier espacio donde desarrollamos el quehacer cotidiano
debemos y estamos obligados a impulsar la transparencia, para ello es necesario
trascender sobre nuestras necesidades individuales hacia las necesidades
colectivas; es luchar contra la tentación del tener dinero fácil a través de la
corrupción, en fin, en este mundo tan complejo de la transparencia, creemos que
podemos y estamos convencidos que muchos estamos dispuestos a luchar contra la
corrupción, ya que es un sentimiento que nos embarga, en pocas palabras, ¡NO ES UN CAMINO INELUCTABLE!
Referencia bibliográfica
Bello, J (2008). Valores
para construir una Ética. Editorial LIVEN. Caracas.
Granell, E (1997). Éxito gerencial y cultura. Retos y oportunidades en Venezuela. IESA.
Caracas - Venezuela
Kliksberg, B (2005). Hacia una cultura de la Transparencia. Conferencia dictada en Guatemala.
Pérez, R (1991). Corrupción
y control. Una perspectiva comparada. IESA. Caracas – Venezuela.
Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007 -2013. (2007). República Bolivariana de Venezuela.
Ley Contra la
Corrupción (2003). Gaceta
Oficial Nro. 5637 - Extraordinario. Caracas – Venezuela.
Njaim, H (1995). La
corrupción, un problema de Estado. UCV. Caracas – Venezuela.
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