lunes, 21 de marzo de 2011

El gerente y la cultura de la transparencia


Equipo Nro 4: Wilpia Flores, Vlaudimir González, Patricia Obregón, Demian Uzcátegui

Reflexión del Seminario Internacional dictado por Bernardo Kliksberg “Hacia una Cultura de la Transparencia”- Ciudad de Guatemala, 26 y 27 de mayo del 2005

El gerente y la cultura de la transparencia

El valor de la transparencia como columna vertebral de la construcción ética profesional del gerente, no le permite caer en actos de corrupción, es por ello que hay que profundizar e impulsar desde nuestras escuelas acciones concretas para crear una cultura de transparencia en todas nuestras acciones, fortalecido desde nuestro hogar y con nuestra familia como eje central, ya que allí se aprende a ser o no a ser transparente.

Pero aunado a ello, tenemos un factor bien importante que son los medios de comunicación masiva privados, que nos saturan a través de la publicidad comercial e impulsan hacia una cultura en donde el tener ha sustituido al ser, es decir, tú eres lo que tienes, siendo éste un espacio sigiloso que a través de mensajes van inculcando y sembrando una cultura de enriquecimiento personal ante lo colectivo, sin importarme que cosas hacer para lograrlo, cayendo así en actos de corrupción que definitivamente socavan la transparencia de cualquier empresa e institución pública del país y es que, muchas veces lo hemos escuchado “a mí que pongan donde hay” y en algunos casos cuando te dan comisiones y alguna persona no desea aceptarla  escuchamos expresiones como “tranquilo todo el mundo lo hace”.

En este mismo marco de ideas, podemos mencionar la definición presentada por Bello (2008) donde dice “los valores son principios que rigen las relaciones de las personas en una organización” (p. 37), y para contextualizar el tema en cuestión vincularemos el concepto anterior con parte de las conclusiones expresadas por Granell (1997), las cuales nos indican que las relaciones sociales y afectivas de los venezolanos son muy fuertes y en ciertas ocasiones más importantes y poderosas que las reglas, en donde la creencia “las reglas están hechas para ser violadas”, la cual es compartida por algunos venezolanos y quién puede negar la expresión “consíguete una palanca…”, en donde los nexos del compadrismo, amiguismo, padrinismo, etcétera, son y prevalecen en muchas organizaciones en Venezuela para dar ascensos, conseguir empleos, aumentos de sueldos y salarios y otros.

Para reforzar aún más este aspecto, mostraremos una estadística publicada en el 2009, por la organización de Transparencia Internacional, a través de su página web presenta el Índice de la Percepción de la Corrupción (IPC) http://www.transparency.org/policy_research/surveys_indices/cpi/2009, en donde manifiesta que Venezuela ocupa el puesto 31 con 1,9, siendo el 2do país percibido como más corrupto en América.

A pesar de que existe una Ley Contra la Corrupción (2003) y Códigos de Éticas de diferentes áreas profesionales, las cuales pretenden garantizar la transparencia y honestidad en las acciones emprendidas de los funcionarios públicos, los particulares, personas naturales y jurídicas, pareciera que la falta de transparencia desde sus diferentes ámbitos fuese un problema cultural en Venezuela y así lo demuestran estudios de Pérez (1991); Njaim (1995), en donde nos ofrecen muchas interpretaciones explicando la conducta poco ética del venezolano.

Y en consecuencia de lo expresado anteriormente, estamos totalmente de acuerdo lo hablado por Kliksberg en su conferencia, la cual nos indica que la falta de transparencia como causa, genera daños intangibles y tangibles que perforan el capital social en sus grandes dimensiones como lo son: la confianza del colectivo, la capacidad de asociarnos con los demás, la conciencia colectiva y los valores para la construcción de la ética colectiva, eliminando toda posibilidad de crear una economía sana, aumentando las desigualdades y aniquilando un sistema económico socio productivo como lo planteado en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de la Nación, en su línea estratégica IV.

A modo de conclusión, todos somos corresponsables en la construcción de la ética a través de nuestros valores, para lograr tener una transparencia, pasa por la honestidad de nuestras acciones diarias, dentro de nuestra familia, comunidad, universidad y otros, es decir, en cualquier espacio donde desarrollamos el quehacer cotidiano debemos y estamos obligados a impulsar la transparencia, para ello es necesario trascender sobre nuestras necesidades individuales hacia las necesidades colectivas; es luchar contra la tentación del tener dinero fácil a través de la corrupción, en fin, en este mundo tan complejo de la transparencia, creemos que podemos y estamos convencidos que muchos estamos dispuestos a luchar contra la corrupción, ya que es un sentimiento que nos embarga, en pocas palabras, ¡NO ES UN CAMINO INELUCTABLE!

Referencia bibliográfica

Bello, J (2008). Valores para construir una Ética. Editorial LIVEN. Caracas.

Granell, E (1997). Éxito gerencial y cultura. Retos y oportunidades en Venezuela. IESA. Caracas - Venezuela

Kliksberg, B (2005). Hacia una cultura de la Transparencia. Conferencia dictada en Guatemala.

Pérez, R (1991). Corrupción y control. Una perspectiva comparada. IESA. Caracas – Venezuela.

Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007 -2013. (2007). República Bolivariana de Venezuela.

Ley Contra la Corrupción (2003). Gaceta Oficial Nro. 5637 - Extraordinario. Caracas – Venezuela.

Njaim, H (1995). La corrupción, un problema de Estado. UCV. Caracas – Venezuela.

http://www.transparency.org/policy_research/surveys_indices/cpi/2009. Consulta: 28/02/2011

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