Descubren el
mecanismo cerebral de la creatividad
Puede estimularse con pensamientos adecuados para la solución de problemas
Los mecanismos que usa el cerebro para propiciar la creatividad han sido observados a través de la resonancia magnética. Una investigación ha descubierto asimismo que determinados pensamientos estimulan las zonas cerebrales relacionadas con la creatividad, que son diferentes a las que usa el cerebro durante el pensamiento metodológico. Predisponernos a pensar de una u otra manera puede ayudarnos a resolver muchos problemas cotidianos, incluso antes de que se nos hayan planteado.
Por Yaiza Martínez.
Imágenes de la
creatividad cerebral.
EEG Laboratory.
¿Por qué hay veces que, de
repente, tenemos pensamientos originales y creativos que nos hacen resolver
algunos problemas de manera inesperada? Y, ¿por qué, por el contrario, en otras
ocasiones parece que, por más que le demos vueltas a la cabeza, no somos capaces
de dar con una solución?
Un nuevo estudio realizado por las universidades norteamericanas de Drexel y Northwestern, ha revelado que existen patrones de actividad cerebral que funcionan antes incluso de que nos enfrentemos a un problema, y que estos patrones están relacionados con diferentes tipos de preparación mental, que nosotros mismos podemos provocar. El estudio será publicado por la revista Psychological Science, de la que la asociación del mismo nombre ha publicado un comunicado.
Los investigadores sobre el conocimiento John Kounios, de la universidad de Drexel, y Mark Jung-Beeman, de la de Northwesten, habían realizado con anterioridad otro estudio en el que se había demostrado que las funciones cerebrales eran diferentes en los procesos de pensamiento creativo que en aquellos procesos en los que se llegaba a una solución metodológica.
Este nuevo estudio ha puesto en evidencia, además, que el momento en que se produce la “comprensión” repentina es fruto de un trabajo cerebral que se desarrolla mucho antes de que se alcance la solución. Incluso, los científicos han descubierto que la gente puede prepararse mentalmente para ese momento de comprensión aparentemente repentina antes de que se les presente un problema a resolver.
Detener el procesamiento de otras señales
Esto es debido a que uno puede tomar la “actitud” de pensar de una manera determinada, sin necesidad de que haya un problema concreto. Según ha revelado la investigación, cuando tenemos que resolver algo, y para ello se necesita que comprendamos, los patrones del funcionamiento cerebral revelan que seguimos los siguientes pasos: dirigimos nuestra atención hacia “dentro”, nos preparamos para activar nuevas líneas de pensamiento y, quizá, incluso acallamos los pensamientos más irrelevantes.
Por lo tanto, somos capaces de prepararnos mentalmente para encontrar las soluciones utilizando diversos modos de pensar –analítico, intuitivo, imaginativo, creativo- y, lo que resulta sorprendente, nuestra elección hará que la actividad cerebral varíe en función del tipo de pensamiento que desarrollemos. Esta actividad puede medirse por medio de imágenes de resonancia magnética.
En otras investigaciones, los científicos habían revelado que justo antes de que se llegue a la solución deseada, y después de que las personas se hallan esforzado mentalmente por resolverla, el cerebro reduce momentáneamente las señales visuales, lo que produce un efecto similar a lo que hacemos involuntariamente cuando entornamos los ojos o miramos fijamente a un punto mientras pensamos. De esta forma, el cerebro facilita que la solución emerja.
El nuevo estudio añade a estos descubrimientos la sugerencia de que la preparación mental incluye una focalización hacia el interior de la atención incluso antes de que se presente un problema determinado. Por lo tanto, resulta tan importante la manera en qué piensa una persona como el tipo de pensamiento necesario para alcanzar la solución.
Momento del experimento. EEG Laboratory
Cómo se hizo
A los participantes de este nuevo estudio se les presentó una serie de puzzles de palabras. Cada uno de los problemas estaba compuesto por tres palabras (como tanque, colina y secreto), y los participantes tenían que pensar en una sola palabra con la que se pudiera formar una frase común con cada una de esas tres palabras.
A menudo, los voluntarios resolvieron este tipo de cuestiones con una comprensión repentina de lo que habían de decir, esto es, la solución les venía a la cabeza de repente y era correcta. Otras veces, se solucionaron los problemas de manera más metódica, probando posibles soluciones antes de dar con la definitiva.
En dos experimentos paralelos, los participantes resolvieron estos problemas mientras se monitorizaba la actividad de sus cerebros o bien con electroencefalogramas o bien con imágenes de resonancia magnética. Los primeros dan información anatómica y las resonancias permiten ver la actividad de las áreas cerebrales. Los científicos se centraron en estudiar la actividad neuronal en el periodo de tiempo justo antes de que cada problema fuera presentado.
Las dos técnicas de imagen mostraron resultados muy similares, así como diferentes patrones de actividad cerebral cuando el problema era resuelto por “comprensión” que cuando lo era por “método”.
La actividad cerebral en el primer caso se producía en el área del lóbulo temporal, relacionada con el procesamiento conceptual, y en las áreas del lóbulo frontal, asociadas con el control cognitivo. Por el contrario, si se pensaba de manera metodológica, la actividad neuronal aumentaba en la corteza visual, en la parte posterior del cerebro, lo que implica que estos participantes centraban su atención en la pantalla en la que aparecía el problema planteado.
Por lo tanto, el estudio ha demostrado que estas dos formas pueden servir para resolver problemas –la analítica y la intuitiva- y que las dos nos llevan a usar de manera distinta nuestro cerebro.
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