Una proteína cuya producción se
incrementa mediante el ejercicio físico ha sido aislada y se ha administrado a
ratones que no hacían ejercicio físico, y el resultado ha sido la activación de
genes que promueven la salud cerebral y estimulan el crecimiento de nuevas
sinapsis, necesarias para el aprendizaje y la memoria. Si la proteína puede
obtenerse de forma estable e incluirse en un medicamento que resulte seguro y
práctico de administrar a pacientes humanos, ello podría permitir la aplicación
de mejores terapias contra la degeneración cognitiva en las personas ancianas y
frenar los daños causados por enfermedades neurodegenerativas.
En una investigación anterior se
comprobó que la proteína, denominada FNDC5, es producida al trabajar los
músculos, como sucede al correr, nadar o pedalear, y se libera en el torrente
sanguíneo en forma de una variante llamada irisina. El incremento de FNDC5
estimula a su vez la expresión de una proteína, el factor neurotrófico derivado
del cerebro, que es esencial para la creación de nuevas sinapsis en el
hipocampo, una región cerebral esencial para la memoria y el aprendizaje, y más
específicamente en el giro dentado.