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miércoles, 25 de abril de 2012
Debates IESA 1er trimestre 2012
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sábado, 21 de abril de 2012
La expresión facial de las emociones podría dejar de ser universal
La expresión facial de las emociones podría dejar de ser universal |

En la otra punta del mundo, abrir bien los ojos y la boca puede servir de bien poco si los habitantes de las antípodas no saben identificar la sorpresa que se transmite en las señales faciales del turista.
La hipótesis más aceptada en biología y ciencias sociales establecía que las expresiones faciales de las seis emociones básicas (alegría, sorpresa, repugnancia, ira, miedo y tristeza) eran universales, pero las conclusiones de un estudio que se publica esta semana en PNAS señalan que la comunicación de las emociones cambia en función de la cultura.
“Los datos nos muestran que las expresiones faciales no son universales, sino que han evolucionado y se han diversificado desde sus raíces evolutivas básicas para mejorar la comunicación de las emociones en la interacción social”, dice a SINC Rachael Jack, investigadora del Instituto de Neurociencias y Psicología de la Universidad de Glasgow (Reino Unido), y autora principal del trabajo.
El equipo de científicos europeos llevó a cabo una investigación transcultural con 15 sujetos occidentales y otros 15 orientales. Todos tuvieron que identificar en personas de su etnia y de otras culturas las emociones que transmitían 4.800 animaciones de caras.
Los occidentales distinguían las seis emociones básicas, mientras que los orientales superponían algunas de ellas. Sobre todo confundieron la sorpresa, el miedo, el asco y la ira.
En relación con la intensidad de las emociones, en una escala del uno al cinco, los orientales se fijaron en las señales de la región del ojo para reconocer el grado de alegría, miedo, repugnancia e ira en una persona. En cambio, los occidentales dedujeron la magnitud de la emoción por otros músculos faciales.
Estos resultados contradicen la teoría que desarrolló el naturalista Charles Darwin en su libro La expresión de las emociones en el hombre y en los animales, una obra que contribuyó a reforzar la hipótesis de que las expresiones faciales forman parte de un lenguaje universal para que todas las culturas reconocieran las señales de las emociones internas de los individuos.
Referencia bibliográfica:
Jack, R.E.; Garrod, O.G.B.; Yu, H.; Caldara, R.; Schyns, P.G. “Facial expressions of emotion are not culturally universal”. PNAS: 1-4, 16 de abril de 2012. DOI: 10.1073/pnas.1200155109
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miércoles, 4 de abril de 2012
La cultura metacognitiva al enseñar y evaluar en estos tiempos
Por: Arely Díaz Peña
Introducción
Introducción
El enfoque metacognitivo abarca
lo referido a la consciencia y los mecanismos de regulación y control
de los procesos cognitivos, asimismo, enfatiza que las personas tienen
control sobre su actividad cognitiva a partir del conocimiento y
concienciación de sus procesos mentales. En este sentido, el enfoque
parte de una premisa importantes en la educación, tales como, el
aprendizaje entendido como un proceso que se construye, donde la
persona requiere de una interacción entre lo que sabe y la adquisición
de conocimientos para construir significado de lo que aprende.
Igualmente, los procesos mentales organizan la memoria y guían el
pensamiento, por ello el esquema es un concepto importante en el
enfoque cognitivo. Según Bruning, Schraw, Norby y Ronning (2005) los
esquemas son marcos mentales que se utilizan para organizar el
conocimiento, así la persona comprende y construye su saber a partir
del desarrollo de la percepción y la atención.
Otra premisa resaltante en el
enfoque metacognitivo es el de aprender con significado para
desarrollar el pensamiento, para ello conviene estimular los procesos
cognitivos tales como la autonomía, la atención, la percepción, la
memoria y la resolución de problemas, los cuales permiten realizar
tareas cognitivas complejas. Vale decir, que la práctica continua
refuerza los procesos autónomos destinados a incrementar las
capacidades cognitivas. La autoconciencia y la autorregulación son
necesarias para garantizar el desarrollo cognitivo, lo cual conduce
a crear un ser estratégico y reflexivo. De allí que en la enseñanza el
docente incluya la incorporación de actividades destinadas a
consolidar el autocontrol del aprendiz.
Desde estas perspectivas surge
que en el enfoque metacognitivo se considere importante procesar
información y automatizarla para fortalecer el aprendizaje en la
persona. Asimismo, este enfoque considera la metacognición,
entendida como un proceso de alto nivel donde la persona toma
conciencia de sus propios pensamientos, la habilidad para
autocontrolarse y regularse desde su actividad mental. Para Flavell
(1985) en la educación se debe considerar desde la enseñanza que los
alumnos incrementen sus estrategias de aprendizaje a partir del
autoconocimiento, autocontrol y regulación de los procesos mentales.
En consecuencia, el campo
educativo en la actualidad tiene desde la metacognición una alternativa
para promover el aprendizaje con consciencia y destreza mental, es
decir, donde el alumno controle y autorregule sus procesos cognitivos.
Vale estas ideas para mejorar la enseñanza del docente con estrategias
que ayuden el fortalecimiento de estos procesos mentales, significa
prepararse para una enseñanza reflexiva, planificada y consensuada, con
ideas de aprender con significancia y hacer que los alumnos conozcan,
regulen y controlen la actividad mental. Por consiguiente, el docente
está comprometido a preparar planificación con estrategias reguladoras
de procesos metacognitivos, espacios donde el estudiante asuma su
aprender ligado al evaluar, pues sí se aprende se valora lo que se
aprende.
De lo antes expuesto se deduce,
que la experiencia del alumno, sus expectativas e intereses ayuda a que
el docente establezca caminos para lograr avances en el aprendizaje. De
esta forma, la complejidad implícita en la evaluación es perceptible en
la incorporación de los aspectos didáctico, formativo, psicológico y
regulador. Asimismo, se advierte la rigurosidad y exigencia del
proceso, pues cada acción, planificada debe lograr que el estudiante
demuestre la capacidad para resolver problemas y por consiguiente,
autonomía en su saber y simultáneamente favorecer su autoimagen.
Sin embargo, la efectividad del
trabajo evaluativo se subordina a la habilidad manifiesta por el
docente para planificar estrategias favorecedoras de la autorregulación
y el autoconocimiento de los procesos cognitivos desarrollados por el
estudiante, quien debe ser el más beneficiado con las acciones
organizadas. De ahí, la importancia que se aprecia en la evaluación y
la relación que deba considerarse entre la enseñanza y el aprendizaje,
como elementos que coadyuvan al buen sentido de acto evaluativo.
Cultura Metacognitiva al enseñar y evaluar
Todo proceso desarrollado por el docente presenta características particulares que vienen dadas por su forma de pensar y los conocimientos que de esos procesos se tengan, la enseñanza y la evaluación son uno de ellos por tanto el docente al planificar toma en cuenta las realidades del contexto y el contenido programático con una serie de estrategias que son las que viabilizaran el trabajo y la intención de la práctica pedagógica. El estado de ánimo que presente el docente es de suma importancia pues según Ferreres y otros (1999) arguye que el mejoramiento de la persona interiormente está relacionada con el aprendizaje, en este caso reconoce que los docentes planifican mejor si hay motivación porque les hace reflexionar en el antes y el ahora de la práctica pedagógica.
Los procesos de enseñanza y
evaluación comienzan a encontrarse y darle sentido en la práctica.
Cuando se da un comportamiento diferente de manera consciente la
persona demuestra un cambios de actitud, esto desarrolla de manera
procesual la modificabilidad cognitiva, Feuerstein (1980). En la
actualidad, evaluar viene facilitado con la reconstrucción del proceso
enseñanza y éste a su vez, con el aprendizaje del niño. Es introducir
mejoras sustanciales en la práctica docente y el aprendizaje del
niño, pues cada uno comienza a revisar el potencial que presenta. La
evaluación desde esta perspectiva metacognitiva puede contribuir a la
autorregulación y de toma decisiones.
Según Ríos (2004), las personas
después de reflexionar, autorregular y autocontrolar su pensamiento
demuestran cambios a través de su conducta. La práctica evaluativa
tendrá éxito sólo sí comienza la reflexión en la forma de pensar y
actuar del docente, para ello Santos (1995) expresa que los docentes
tienen la primera palabra cuando de evaluación se habla y que sus
alumnos serán los primeros cuando reconozcan el potencial que tienen
para aprender y valorarse, por tanto los dos son corresponsables de los
éxitos evaluativos. Por tanto, la reorientación del proceso evaluativo
contribuye al desarrollo del proceso de metacognición, pues los
intentos por cambiar son producto de autorevisión y reconocimiento de
mejorar.
La sociedad actual está
necesitada de autocontrol y reflexión de sus actuaciones, es por ello
que el docente día a día debe coadyuvar desde su enseñanza y
evaluación a que estas ideas sean plausibles y ayudadoras a la
reconstrucción de la sociedad con personas pensantes, reflexivas y
autovalorativas de su hacer. Cuando el docente comienza a evaluar con
estrategias pertinentes a lograr actividad estratégica en el alumno, se
abre el camino a nueva cultura metacognitiva de enseñar y evaluar. Para
Díaz (2010) las personas tienen que vivir experiencias para fomentar el
desarrollo de la autorregulación y autocontrol de su saber, solo así
pueden controlar su proceso mental por tanto, el docente debe permitir
a sus alumnos realizar tareas donde planifiquen lo que van a
solucionar, así antes de empezar, razonará la situación planteada,
consecuentemente, decidir cuál es la estrategia más adecuada y generar
reflexión sobre lo que hace.
Finalmente, es dejar que los
alumnos desarrollen sus potencialidades y estimularles a la
satisfacción de lo que hacen desde su autovaloración y cultivo de de
habilidades y sintonía con el pensamiento positivo ante la vida; que
reflejen un enfoque optimista y una actitud de sinceridad y comprensión
con lo que hace. Vale decir, que debe abarcarse el intelecto, la
emoción y la intuición en el proceso de aprendizaje, aspectos básicos
que dinamizan un aprendizaje dinámico y una evaluación reflexiva.
Aproximación a la Modificabilidad de la Enseñanza y la Evaluación
Los cambios en la enseñanza y
evaluación actualmente, confrontan retos presentados por nuevos
enfoques, estilos de pensamiento divergentes y propuestas para
planificar con nuevas estrategias, razones que contribuyen a realizar
cambios en el momento de planificar. Cada docente presenta un estilo
de enseñar y evaluar producto de sus teorías implícitas, manifestación
que posibilita que se considere los dos procesos bajo un paradigma, sin
embargo, producto de la formación permanente, de la experiencia y de la
reflexión que se desarrolle el maestro comienza a reconstruir su
enseñanza y evaluación. Desde esta perspectiva la dinámica de la clase
se configura con el principio de la participación de los alumnos, a
través de las propias experiencias y descubrimientos para constituir un
vínculo entre lo que sabe y lo que aprenderá en la escuela.
En tal sentido, desde la
experiencia docente surge según Díaz (2010) esquemas de planeación de
la clase uno de ellos es la PODEPA que facilita el aprendizaje
significativo en los estudiantes y el reordenamiento de la clase
participativa.
El esquema PODEPA se interpreta
como un sistema de pasos que el docente puede tomar en cuanta al
momento de desarrollar sus actividades evaluativas. Las siglas expresan
planificación, ordenamiento, desarrollo, exanimación, preguntas y
aprendizaje. La planificación contribuye a que el docente prepare sus
actividades diarias, en este sentido, debe tomar en cuenta el tema y
las estrategias a desarrollar, éstas son el camino que conduce la
actividad. En cuanto al ordenamiento conduce a colocar los alumnos en
actividades donde se desarrolle el aprendizaje cooperativo, por tanto
el reacomodo grupal de los estudiantes es de suma importancia. Vale
decir, que la alternativa del aprendizaje cooperativo es una estrategia
que el docente realiza y que permite estructurar la clase con mayor
participación del estudiante.
El desarrollo de la clase estará dado con la puesta en marcha de las estrategias metacognitivas así como de las técnicas e instrumentos para evaluar, tal es el caso de observación, cuestionario, análisis de producciones e intercambios orales. En relación con las estrategias evaluativas se encuentran: Mapas mentales, y conceptuales, redes semánticas, producciones escritas, artísticas, autoevaluaciones, coevaluaciones, cuadros sinópticos, matrices, registros con recuerdos de acontecimientos, entrevistas. En cuanto al uso de la pregunta como técnica que coadyuva al desarrollo de la clase se considera en este esquema porque promueve la reflexión y pensamiento crítico. Por consiguiente, el aprendizaje estará dado con el desarrollo de destrezas, habilidades y estrategias metacognitivas.
Por último, este esquema
pretende aproximarse a desarrollar los procesos de enseñanza y
evaluación cónsonos con el uso de estrategias desde el enfoque
metacognitivo, por cuanto corresponde a un enfoque dinamizador y
creativo del aprendizaje del estudiante. Asimismo, favorece una
práctica pedagógica innovadora, reflexiva y regulada que se fundamenta
en la medida que el docente realiza su quehacer en el aula y el niño
aprende con participación.
Referencias
Bruning, R; Schraw G; Norby, M (2005) Psicología cognitiva y de la instrucción. Madrid: Pearson Prentice Hall.
Díaz, A. (2010). Enfoque
Metacognitivo de la evaluación para el Subsistema Educación Básica en
la Segunda Etapa de Educación Primaria: Caso Distrito Escolar Nº 1,
Municipio Torbes, Estado Táchira. Tesis para optar al título de Doctor
en Educación. Venezuela: Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico Rural Gervasio Rubio.
Feuerstein, R; Rand, y
Hoffmann. (1980) Effects of instrumental enrichment. An intervention
program for the cognitive modificability. Baltimore: University Press.
Ferreres, V; Garín, J;
Jiménez, B; Martín, E; Barrios, CH, y Vives, M (1999) El desarrollo
profesional del docente: evaluación de los planes provinciales de
formación. Barcelona: Oikos-tau.
Flavell, J. (1985). El desarrollo cognitivo. Madrid: Visor.
Ríos, P. (2004). La aventura de aprender. (4ª ed). Caracas: Cognitus.
Santos, M. (1995). La evaluación un proceso de diálogo, comprensión y mejora. Madrid: Aljibe
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Metacognición
domingo, 18 de marzo de 2012
EL CEREBRO DEL CORAZÓN
El Cerebro del Corazón
Por Rollin McCraty, PhD
EL CEREBRO DEL CORAZÓN
Muchos creen que la conciencia se origina únicamente en el cerebro.
Recientes investigaciones científicas sugieren de hecho que la
conciencia emerge del cerebro y del cuerpo actuando juntos. Una
creciente evidencia sugiere que el corazón juega un papel
particularmente significante en este proceso. Mucho más que una simple
bomba, como alguna vez se creyó, el corazón es reconocido actualmente
por los científicos como un sistema altamente complejo, con su propio y
funcional “cerebro”.
Investigaciones en el nuevo campo de la Neurocardiología muestran que
el corazón es un órgano sensorial y un sofisticado centro para recibir
y procesar información. El sistema nervioso dentro del corazón (o el
“cerebro del corazón”) lo habilita para aprender, recordar, y para
realizar decisiones funcionales independientemente de la corteza
cerebral. Por otra parte, numerosos experimentos han demostrado que las
señales que el corazón envía constantemente al cerebro influyen en las
funciones de los centros más importantes de este,aquellos que
involucran a los procesos de percepción, de conocimiento y a los
emocionales. Aparte de la extensa red de comunicación nerviosa que
conecta al corazón con el cerebro y con el resto de cuerpo, el corazón
transmite información al cerebro y al cuerpo interactuando a través de
un campo eléctrico.
El corazón genera el más poderoso y más extenso campo eléctrico del
cuerpo. Comparado con el producido por el cerebro, el componente
eléctrico del campo del corazón es algo así como 60 veces más grande en
amplitud, y penetra a cada célula del cuerpo. El componente magnético
es aproximadamente 5000 veces más fuerte que el campo magnético del
cerebro y puede ser detectado a varios pies de distancia del cuerpo con
magnetómetros sensibles. El corazón genera series contínuas de pulsos
electromagnéticos en los cuales el intervalo de tiempo entre cada
latido varia de forma dinámica y compleja. El siempre presente campo
rítmico del corazón tiene una influencia poderosa en algunos procesos a
lo largo del cuerpo. Hemos demostrado, por ejemplo, que el ritmo del
cerebro se sincroniza con la actividad rítmica del corazón, y además,
que durante la manifestación de sentimientos como el amor o el aprecio,
la presión de la sangre y el ritmo respiratorio, junto con otros
sistemas oscilatorios, se embarcan junto con el ritmo cardiaco.
Nosotros proponemos que el campo del corazón actúa como una onda de
información que provee una señal global sincronizadora para todo el
cuerpo. Específicamente, sugerimos que así como lo que son, ondas de
energía transmitidas desde nuestro corazón, estas interactuarían con
otros órganos y sistemas. Estas ondas codifican o graban las
características y las actividades dinámicas de estos sistemas en forma
de olas de patrones de energía que se distribuyen a lo largo del
cuerpo. De esta manera, la información codificada actúa para formar
(literalmente le da forma) a la actividad de todas las funciones
corporales para coordinar y sincronizar los procesos en el cuerpo como
un todo. Esta perspectiva requiere de un concepto de información
energética, en el cual los patrones de organización son envueltos
dentro de olas de energía de actividad sistemática distribuidas a
través del sistema como un todo.
Investigaciones realizadas en el Instituto HeartMath muestran que la
información perteneciente al estado emocional de una persona, también
es comunicada vía el campo electromagnético del corazón. Los patrones
rítmicos de los latidos del corazón cambian significantemente mientras
experimentamos diferentes emociones. Sentimientos negativos, como la
ira o la frustración, están asociados con un errático, desordenado e
incoherente patrón en el ritmo cardiaco. En contraste, sentimientos
positivos como el amor o el aprecio, están asociados con un suave,
ordenado y coherente patrón en la actividad del ritmo cardiaco. A su
vez, estos cambios en el patrón del ritmo cardiaco crean los cambios
correspondientes en la estructura del campo electromagnético irradiado
por el corazón, que puede ser medido mediante una técnica llamada
análisis espectral.
Específicamente, nosotros hemos demostrado que emociones positivas e
ininterrumpidas parecen hacer surgir a un modelo distinto de
funcionamiento, al cual llamamos coherencia psicofisiológica. Durante
este modelo, el ritmo cardiaco exhibe una ola con patrones de forma
sinusoide y el campo electromagnético del corazón se vuelve mucho más
organizado.
· A un nivel fisiológico, este modelo se caracteriza por un incremento
eficiente y armónicamente en la actividad y en las interacciones de los
sistemas del organismo.(1)
·
Psicológicamente este modelo esta asociado a una notable reducción en
el diálogo mental interno, reduce la percepción al stress, incrementa
el balance emocional, y mejora la claridad mental, la percepción
intuitiva y el rendimiento cognoscitivo.
En suma, nuestra investigación sugiere que la coherencia
psicofisiológica es importante en el mejoramiento de la conciencia
tanto para la conciencia sensorial del cuerpo requerida para ejecutar y
coordinar tareas fisiológicas, así como también para optimizar la
estabilidad emocional, la función cerebral, y nuestras acciones.
Además, como discutiremos después, existe evidencia experimental de que
la coherencia psicofisiológica, puede incrementar nuestra conciencia y
sensibilidad hacia otros a nuestro alrededor. El Instituto HeartMath ha
creado tecnologías y herramientas prácticas que toda la gente puede
usar para incrementar la coherencia.
Las Interacciones entre Individuos por medio del Campo Cardiaco.
La mayoría de la gente piensa en la comunicación social únicamente en
términos de señales manifiestas expresadas a través del lenguaje, la
voz, gestos, expresiones faciales y movimientos corporales. Sin
embargo, ahora existe evidencia de que un sutil pero influyente sistema
electromagnético o sistema de comunicación “energético” opera justo
debajo de nuestra conciencia. Las interacciones energéticas
probablemente contribuyen a la atracción o repulsión “magnética” entre
individuos, y que también afecta los intercambios sociales y las
relaciones. Es más, parece que el campo del corazón juega un papel
importante en comunicar fisiológica y socialmente a los individuos.
Experimentos llevados a cabo en el Instituto HeartMat, han encontrado
evidencia remarcable de que el campo electromagnético del corazón puede
transmitir información entre la gente. Hemos sido capaces de medir el
intercambio de energía cardiaca entre individuos separados hasta por
metro y medio de distancia . También hemos encontrado que las ondas
cerebrales de una persona pueden, de hecho, sincronizarse con el
corazón de otra. Es más, cuando un individuo esta generando un ritmo
cardiaco coherente, es más probable que ocurra la sincronización entre
las ondas cerebrales de esa persona y los latidos del corazón de otro.
Estos descubrimientos tienen implicaciones intrigantes, sugiriendo que
aquellos individuos en un estado de coherencia psicofisiológica se
vuelven más concientes de la información codificada en aquellos a su
alrededor.
El resultado de estos experimentos nos han llevado a deducir que el
sistema nervioso actúa como una “antena”, la cual esta orientada y
responde hacia los campos electromagnéticos producidos por los
corazones de otros individuos. Creemos que esta capacidad de de
intercambiar información es una habilidad innata que intensifica la
conciencia y mediatiza importantes aspectos de verdadera empatía y
sensibilidad hacia otros. Además, hemos observado que esta habilidad de
comunicación energética puede ser mejorada intencionalmente,
produciendo un nivel mucho más profundo de comunicación no verbal,
entendimiento y conexión entre la gente. Incluso existe evidencia
intrigante de que las interacciones del corazón pueden ocurrir entre
personas y animales.
Para terminar, la comunicación energética a través del corazón facilita
el desarrollo de una expansión de nuestra conciencia en relación con
nuestro mundo social.
El Campo del Corazón y la Intuición.
Existen
también nuevos datos que sugieren que el campo del corazón esta
directamente relacionado con la percepción intuitiva, a través de un
acoplamiento con un campo energético de información que trasciende los
límites del espacio y del tiempo. Utilizando un riguroso diseño
experimental, hemos encontrado una fuerte evidencia de que tanto el
corazón como el cerebro reciben y responden a información sobre un
futuro evento antes de que este suceda.
Incluso más sorprendente fue nuestro hallazgo de que el corazón parece
recibir esta información “intuitiva” antes que el cerebro. Esto parece
sugerir que el campo del corazón se puede asociar a un campo energético
más sutil que contiene información sobre objetos y eventos remotos en
el espacio o del futuro. Llamado “domino spectral” por Kart Pribam y
otros, esto sería un acomodo fundamental de energía potencial que
unifica el espacio y el tiempo, y se piensa que sería la base para
nuestra conciencia como un todo.
El Campo Social.
Nuevos datos sugieren que el área del corazón esta directamente
relacionada con la percepción intuitiva, y podría recibir esta
información antes que el cerebro.
De
la misma manera en que el corazón genera energía en el cuerpo, nosotros
proponemos que el colectivo social activa y regula la energía dentro
del sistema social. Un conjunto reciente de trabajos de vanguardia,
muestran que el campo de interacción socio-emocional entre una madre y
su hijo es esencial para el desarrollo cerebral, el surgimiento de la
conciencia y la formación de una autoestima saludable. Una organización
coherente de la relación madre-hijo para darle forma a este campo es
esencial. Esto ocurre cuando estas interacciones están cargadas, y esto
es importante, con emociones positivas (amor, alegría, felicidad,
excitación, aprecio, etc.) y están dentro de los patrones de
intercambios recíprocos entre estos dos individuos como algo altamente
sincronizado. Estos patrones se imprimen en la mente del niño y tendrán
una influencia en su función psico-social a lo largo de su vida.
Por otra parte, en un estudio longitudinal de 46 grupos sociales, uno
de nosotros (Bradley); documentó acerca de cómo la organización global
de un grupo la conciencia colectiva de grupo parece ser transmitida
hacia todos los miembros mediante un campo energético de conexión
socio-emocional. Se encontraron datos sobre las relaciones entre cada
par de miembros que proveían una imagen muy acertada de la estructura
social como un todo. Una organización coherente en la estructura social
del grupo esta asociada a una red de emociones positivas que conecta a
todos los miembros.
Esta red de emociones positivas parece constituir un campo de conexión
energética dentro del cual la información sobre la estructura social
del grupo esta codificada y se distribuye a través del mismo.
Sorprendentemente, una imagen precisa de la estructura social en su
totalidad, se obtuvo solamente a partir de información dada solamente
de la relación entre pares de individuos. Creemos que la única manera
de que esto fuera posible sea si la información de la organización
total del grupo es distribuida a todos sus miembros a través de un
campo energético. Tal correspondencia a la información entre algunas
partes y del conjunto es consistente con el principio de organización
holográfica.(2)
Implicaciones y Síntesis.
Algunas características de organización del campo del corazón,
identificados por numerosos estudios en HeartMath, pueden ser
compartidas también con aquellas sobre nuestro hipotético campo social.
Cada uno es un campo de energía en donde esta viaja en forma de ondas a
través de nuestro sistema. Esto genera un acomodo de información
energética en donde cada espacio del campo contiene una imagen
desplegada, en ese momento, de la organización total del sistema. El
procesamiento y la organización de la información en estos campos
energéticos se pueden entender mejor en terminos de los principios
quánticos holográficos.(3)
Otra asociación, es el papel de las emociones positivas, como el amor y
el aprecio, el generar coherencia entre ambos campos, el del corazón y
el social. Cuando el movimiento de energía es intencionalmente regulado
para formar un orden coherente y armonioso, el flujo y la integridad de
la información se ven mejoradas. Este, a su vez, produce un sistema
funcional, efectivo y estable el cual mejora la salud, el bienestar
psico-social y las relaciones individuales o sociales. La coherencia
cardiaca y la social también parecen actuar para ayudarse mutuamente.
Mientras los individuos dentro de un grupo social incrementan su
coherencia psicofisiológica, la armonía psico-social parece
incrementarse también, por lo tanto también incrementa la coherencia en
las relaciones sociales. A su vez, la creación de un campo social
coherente puede ayudar a apoyar la generación y el mantenimiento de la
psicofisiológica coherente entre todos sus miembros. Una conciencia y
un conocimiento, expandido y más profundo es el resultado de la
fisiología interna del cuerpo, de los procesos emocionales y mentales,
así como también de un orden latente, más profundo e implicado dentro
de los campos de energía que nos rodean. Esta es la base para la
auto-conciencia, la sensibilidad social, la creatividad, la intuición,
la visión espiritual interna y el entendimiento de nosotros mismos y a
todo a lo que estamos conectados. Es a través de la generación
intencional de coherencia, tanto en el campo social como en el del
corazón, donde un desplazamiento hacia el siguiente nivel de conciencia
planetaria puede ocurrir, uno que nos traiga armonía con el movimiento
del todo.
Para más información sobre investigaciones y publicaciones del Instituto HearthMath, por favor visite www.heartmath.org.
Mejorando la Conciencia con la Coherencia Cardiaca
Las
investigaciones del Instituto HeartMath sugieren que la coherencia
psicofisiológica es importante para mejorar la conciencia. Respirando
con Actitud, es una herramienta que le ayuda a sincronizar su corazón,
mente ycuerpo para darle una coherencia psicofisiológica más poderosa.
Al usar esta técnica regularmente pruebe 5 veces al día usted
desarrollará lahabilidad para realizar un cambio de actitud durable.
Con Respirando con Actitud, usted se enfoca en su corazón y en el plexo
solar mientras respira con una actitud positiva. El corazón
automáticamente armonizará la energía entre el corazón, mente y cuerpo,
incrementando la conciencia y la claridad.
La Técnica de Respirar con Actitud.
1. Enfóquese en su corazón mientras inhala. Mientras exhala enfóquese
en el plexo solar. El plexo solar se encuentra unas 4 pulgadas debajo
del corazón, justo debajo del esternón donde los lados derecho e
izquierdo de lacaja toráxica se juntan.
2. Practique inhalar a través del corazón y exhalar a través de la caja
toráxica durante 30 segundos o más para ayudar a anclar su atención y
su energía ahí. Después escoja alguna actitud o pensamiento positivo
parainhalar o exhalar durante esos 30 segundos o más. Por ejemplo,
usted puede inhalar una actitud de aprecio y exhalar una de atención.
3. Seleccione actitudes para respirar que le ayuden a compensar las
emociones negativas y de desequilibrio de las situaciones por las que
usted esta atravesando. Respire profundamente con la intención de
dirigirse hacia el sentimiento de esa actitud. Por ejemplo, usted puede
inhalar una actitud de balance y exhalar una actitud de misericordia, o
puede exhalar una actitud de amor y exhalar una actitud de compasión.
Practique diferentes combinaciones de actitudes que usted quiera
desarrollar. Puede decir en voz alta Respiro Sinceridad, Respiro
Coraje, Respiro Tranquilidad, Respiro Gratitud o cualquier actitud o
sentimiento que usted quiere o necesite. Incluso si usted no siente el
cambio de actitud al principio, haciendo un esfuerzo genuino para
cambiar, al menos le ayudará a alcanzar un estado neutral. En el cual,
usted tendrá más objetividad y ahorrará energía.
Este ejercicio de Respirar con Actitud ha sido citado del libro
titulado Transformando el Stress: La solución de HearthMath para
aliviar las preocupaciones, la Fatiga y la Tensión. , a la venta
próximamente (New Harbinger Publucations,Inc.) por los Doctores Doc
Childre y Deborah Rozma, disponible en librerías desde Marzo del
2005.Rollin McCraty, PhD, es el Director de Investigaciones del
Instituto HeartMath. Las investigaciones en HeartMath incluyen la
fisiología de las emociones, y los mecanismos con los cuales las
emociones influyen en los procesos cognoscitivos, la conducta y en la
salud. Sus investigaciones han sido conducidas hacia programas
educacionales y para la información del público en general.http://www.heartmath.org
Notas finales:
1.
Los efectos de la coherencia psicofisiológica incluyen: un incremento
en la sincronización entre las brechas en dos sistemas nerviosos
autónomos, un cambio en el balance autónomo encaminado a incrementar la
actividad parasimpática, un incremento en la sincronización entre el
corazón y cerebro, un incremento en la resonancia vascular, y un
entendimient entre diversos sistemas oscilatorios fisiológicos.
2. La organización holográfica esta basada en un concepto de orden de
campo, en donde la información sobre la organización sobre un objeto
como un todo es codificada como un patrón de interferencia en forma de
ondas distribuidas a través del campo. Esto hace posible recibir
información sobre el objeto como un todo desde cualquier punto del
campo.
3. El término “quántico”, usado en holografía quántica, no significa
que este tipo de procesamiento de energía sea entendido en los términos
de los principios de la física quántica. En su lugar, la holografía
quántica es una forma especial e indeterminada de organización
holográfica basada en una unidad discreta de información energética
llamada logón, o un “quántico” de información.
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miércoles, 14 de marzo de 2012
Conferencia enfoque gerenciales emergentes
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homo directivo,
Transcomplejidad
martes, 28 de febrero de 2012
Década del cerebro
A continuación se presenta parte de una reflexión personal sobre una
posible evaluación del logro de los objetivos propuestos por el
gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, algunas agencias
internacionales de investigación y otras entidades internacionales,
para la denominada "década del cerebro".
A solo un año del cierre oficial de la década del cerebro, el balance general no parece ser tan bueno como se desearía. Indudablemente, el avance alcanzado en estos últimos nueve años en las disciplinas, campos y áreas de trabajo cobijadas bajo el término genérico neurociencia, fue inmenso. No obstante, la relación expectativas-logros no parece satisfacer los esperados ni dentro de la comunidad académica particular ni dentro del marco social más general. Si realizáramos una comparación de la relación expectativas-logros entre las décadas del cerebro y aquella del espacio, encontraremos razones para no calificar de pesimistas las aseveraciones anteriores.
Uno de los logros tangibles de la década del espacio fue la llegada del hombre al suelo lunar. El homo sapiens del siglo XX, al igual que sus coespecíficos de siglos pasados, conquistaba nuevos y vastísimos territorios allende sus fronteras; "un pequeño paso para un hombre, pero un gigantesco salto para la humanidad", diría Neil Armstrong aquel día. Por el contrario, hoy, a portas del siglo XXI, finalizando el plazo propuesto para el conocimiento del cerebro, no tenemos mucho que decir, salvo que el cerebro resultó más complejo de lo que esperábamos.
Pero no todo el panorama es negro, existen algunos aspectos grises e incluso con una buena dosis de opitmismo; algunas áreas pueden parecernos realmente iluminadas. En lo que resta de este espacio trataremos de resumir algunos de estos aspectos.
El proyecto "Década del cerebro" fue una iniciativa patrocinada por la Biblioteca del Congreso (LC) y el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) de los Estados Unidos. Su objetivo primordial era dar cuerpo a los objetivos propuestos en la resolución 174 del Congreso. Públicamente presentada el 17 de Julio de 1990 por el entonces presidente de los Estados Unidos de Norteamérica George W. Bush, la década del cerebro alcanzó pronto la primera plana en el medio académico internacional. El tema central de la resolución era el fortalecimiento de una toma de conciencia general sobre los beneficios del estudio científico del cerebro.
La proclamación presidencial 6158, en la que se declaraba la década iniciada el 1 de enero de 1990 como década del cerebro, se centró en cuatro puntos principales: 1) el incremento en el aparecimiento de enfermedades cerebrales y mentales de tipo degenerativo, traumático y congénitas; 2) los avances tecnológicos en microscópica y neuroimagenología; 3) los avances conceptuales en la comprensión de algunos procesos patológicos así como en el desarrollo de algunas ciencias básicas, por ejemplo, la genética o la bioquímica; y 4) avances en disciplinas intermedias como la biología molecular o la genética molecular. Se hacía referencia también, en este discurso, al ahora famoso capítulo de la drogadicción y de la fármaco dependencia. Vale la pena mencionar, igualmente, la preocupación explícita expresada por el ex-presidente Bush sobre el impacto que sobre la comprensión del funcionamiento cerebral habría de tener el conocimiento de las relaciones entre los sistemas nervioso, endocrino e inmune.
En 1985, Wolf Singer definió la Neurociencia como una ciencia que integra el conocimiento de algunas disciplinas científicas, como la neuroanatomía, la neurofisiología, la neurofarmacología, la neuroembriología, las ciencias del comportamiento (incluidas la psicología fisiológica, la neuropsicología y la etología), y de otras disciplinas intermedias, como la biología y la genética moleculares. Esta demarcación conceptual fue seguida por la comunidad académica dedicada al estudio de las denominadas , en aquel momento, neurociencias, término éste que reflejaba, entre otras cosas, la carencia de un sentimiento de unidad en el estudio y la comprensión del sistema nervioso.
En líneas generales, podemos decir que la neuroanatomía ha llegado a una edad adulta en la que sólo mediante la fusión con la neurofisiología y gracias a la utilización de técnicas de marcación muy sofisticadas, ha logrado trascender el nivel meramente descriptivo-histológico que durante muchos años la envistiera. Algunos de los grandes pasos de la neuroanatomía durante esta década, han sido dados en torno a dos grandes áreas: 1) la descripción celular y subcelular de los elementos responsables por el funcionamiento neuronal; y 2) el seguimiento pormenorizado de vías de comunicación neural. Estas dos áreas han permitido impresionantes avances en todas las demás áreas, desde la neuroembriología hasta la psicología fisiológica.
Desde el punto de vista de la bioquímica, los avances más importantes parecen haber sido realizados en torno a tres renglones: 1) el perfeccionamiento en las técnicas utilizadas para el diseño y la elaboración de nuevas moléculas, técnicas éstas que incluyen la simulación molecular y, últimamente, la utilización de realidad virtual; 2) el cambio en la concepción general de la farmacología, desde una concepción más global hacia un interés más centrado en la determinación de los principios generales que a nivel subcelular, e incluso molecular, son los responsables de la acción y 3) la alianza con otras áreas especializadas, alianzas que han dado como resultado la generación de huestes de moléculas súper especializadas, con las cuales, pensar en fármacos inteligentes ya deja de ser tema de ciencia ficción.
Otros avances tecnológicos han hecho posible el surgimiento de técnicas de alta precisión para el registro de la actividad del sistema nervioso. Dentro de ellos podemos mencionar tanto nuevos desarrollos tecnológicos, cuanto mejoras en la precisión de técnicas ya conocidas. Ejemplos de esto serían la microscopía confocal, la resonancia magnética funcional, la microdiálisis in vivo; la voltametría, la magneto-encefalografía, el patch clamp y el voltage clamp; la tomografía por emisión de positrones, la electroencefalografía digital, entre otras. Vale la pena resaltar el aporte de la inmunología y de la toxicología para el desarrollo de nuevas armas de investigación, como inmunotoxinas de alta selectividad, inmunomarcadores, hibridización in situ, y otros inmunoensayos que son ampliamente utilizados en la cotidianeidad del trabajo en neurociencia.
Por su parte, la elaboración de hipótesis explicativas sobre la relación cerebro-comportamiento, ha empezado a alcanzar niveles de gran complejidad. Para ello ha sido de vital importancia el estudio de dos grandes áreas: 1) la neuroanatomía funcional; y 2) la psicología fisiológica. Estudios desarrollados en vivo han permitido analizar los efectos de la estimulación, lesión o interferencia temporal del funcionamiento de determinadas estructuras sobre comportamientos específicos. El papel de la etología y de la psicología experimental ha sido naturalmente decisivo aquí. El cada vez más preciso conocimiento del "cableado" del sistema nervioso proporciona, además, fundamento para el estudio neuroquímico descriptivo, paralelo a la descripción comportamental.
Otro de los grandes terrenos en que ha avanzado el estudio de la neurociencia, es también uno de los campos de mayor avance en la historia de la tecnología homo sapiens: la computación. Resulta obvio que, detrás de todos los desarrollos tecnológicos presentados hasta aquí, la utilización de la informática y la computación, es una condición sine qua non. Pero existe un impacto más directo de las ciencias de la computación sobre el desarrollo del conocimiento del sistema nervioso, que estriba en la posibilidad de realizar simulaciones, no solo a nivel molecular simple (por ejemplo, de interacciones droga-receptor), sino a nivel general del comportamiento cognoscitivo de un animal. Vale la pena recordar que simular un comportamiento no es otra cosa diferente que lograr un ensayo virtual de las consecuencias de la modificación de ciertas variables sobre el curso de otras variables. Esto es, de hecho, la única función que es capaz de realizar un cerebro, representar neuronalmente la realidad física percibida y coordinar las acciones emitidas de acuerdo con ella. La inteligencia artificial es uno de los mejores ejemplos de una da las aplicaciones del estudio de la simulación de los sistemas biológicos. Durante los inicios de la cibernética, existía la idea implícita de que el cerebro poseía un funcionamiento serial. Posteriormente, se hizo claro que una de las grandes ventajas del funcionamiento del cerebro sobre el de los computadores era la posibilidad de presentar un tipo de procesamiento en paralelo. De hecho, en este momento el diseño de la arquitectura de los computadores intenta semejar las propiedades de procesamiento en paralelo del sistema nervioso.
El abordaje ínter y transdisciplinario del estudio del cerebro, característico de esta década fue, a nuestro modo de ver, uno de los logros más importantes alcanzados en la neurociencia. Se mostró así que, tal como fuera previsto para otras áreas del conocimiento científico, la aproximación multisistémica es el camino más promisorio para la consecución de explicaciones coherentes, adecuadas a la realidad empírica, y consistentes con las posiciones filosóficas subyacentes a los marcos teóricos empleados.
Generalmente, sucede que en el medio de un proceso académico aparecen grietas divisorias. Normalmente, tales grietas hacen que seguidores de teorías inicialmente muy similares construyan lo que podríamos denominar ghettos académicos, a los cuales sólo son bienvenidos los que comparten posiciones determinadas y de los cuales son expulsados los portadores de posiciones diferentes. El paso del tiempo y la cotidiana lucha por la supervivencia hace que los ghettos mejor orientados (esto es, más acordes con la realidad) sobrevivan, naturalmente a expensas de los menos adaptados. Los sobrevivientes enarbolarán banderas que serán tomadas por los jóvenes que recién ingresan al mundo académico como armas y escudos de guerra, en tanto que los perdedores terminarán, o bien, buscando formar parte de las huestes triunfadoras, o bien, desertando o fundando posiciones alternativas colindantes con movimientos religiosos.
La psicología, en este momento histórico particular, está manifestando precisamente este proceso. En 1992 ya era popular (y hoy en día es considerada ya como un clásico) la frase de Eric Kandel: "quizá la frontera final de la ciencia -su último desafío- sea la comprensión de las bases biológicas de la consciencia y de los procesos mentales por medio de los cuales percibimos, actuamos, aprendemos y recordamos". Con esta aseveración la neurociencia reclamaba para sí (con sobrada razón) la hegemonía de los territorios de la mente. En 1995, por ejemplo, Eric Kandel, Thomas Jessell y James Schwartz, en su libro Essentials of Neural Science and Behavior, planteaban que el estudio de la psicología sólo podría ser considerado como sólido si se desarrollaba desde el marco de una neurociencia comportamental. Enfáticamente, afirmaron los autores que la psicología como ciencia tanto del comportamiento como de la mente, no puede ser pensada sino desde la neurociencia experimental. Ramas de la psicología, tales como la neuropsicología, la psicobiología, la psicofarmacología, la psicología cognoscitiva e incluso algunas vertientes de la psicología comportamental, han aceptado el desafío del trabajo inter y transdisciplinario. Entretanto, algunos otros sectores intentan redefinir el objeto de estudio, de tal forma que permanezca lo más lejos posible de la neurociencia.
Como consecuencia de todo esto, ni siquiera las áreas profesionales de prestación de servicios escapan a una modificación de matiz. Solo por poner un ejemplo de cómo la psicología está sufriendo un sismo en su propio quehacer profesional, veamos lo siguiente: El proceso mismo de selección de empleados comienza a depender de la aproximación teórica subyacente. En la psicología que está iniciando el cambio de paradigma (por utilizar el viejo término kuhniano), se está viendo que los parámetros de evaluación están empezando a descansar, ya no en veredictos puramente psicológicos (tipo entrevista o pruebas proyectivas de personalidad), sino que está empezando a ser corriente la utilización de pruebas neuropsicológicas (habilidades de destreza bimanual y dominancia cerebral, por ejemplo), neurofisiológicas (velocidades de conducción neuronal, etc.). La psicología que prefiere permanecer inalterable intenta realizar alianzas con disciplinas centradas en la administración o la economía, llegando a redefinir el objeto de trabajo en términos adecuados para la inclusión de las aproximaciones utilizadas. El otro camino, que ya está empezando a ser transitado por algunos y que, como mencionábamos antes, colinda con la religión y el esoterismo, está claramente evidenciado por el estudio de las cartas astrales de los candidatos como parte del proceso normal de selección. Esto, que posiblemente para algunos sea o bien una broma, o bien una exageración y que de ninguna forma debe ser criticado, es una realidad ya anunciada.
Así pues, toma a cada uno de nosotros, rectificar la posición personal frente a este problema y decidir el bando en el cual militaremos. Lo importante, quizá, sea saber que no importa cuál sea el bando desde el cual se trabaje, lo importante es tener la claridad epistémica del por qué se hace lo que se hace.
Para el siguiente siglo, el análisis realizado por grupos de futurólogos japoneses, brasileños y norteamericanos coincide en esperar que los avances de mayor repercusión; se darán en tres direcciones: 1) la informática, sobretodo en el desarrollo del poder de las redes de comunicación, de las cuales la misma INTERNET sería sólo una muy pequeña muestra; 2) la cibernética y la biónica, cuyas implicaciones son más que obvias; y, finamente, 3) la conquista espacial.
Esperemos, pues, que el conocimiento de la mente y la consciencia deje algún día , quizá en el siglo XXV, de ser la frontera final.
A solo un año del cierre oficial de la década del cerebro, el balance general no parece ser tan bueno como se desearía. Indudablemente, el avance alcanzado en estos últimos nueve años en las disciplinas, campos y áreas de trabajo cobijadas bajo el término genérico neurociencia, fue inmenso. No obstante, la relación expectativas-logros no parece satisfacer los esperados ni dentro de la comunidad académica particular ni dentro del marco social más general. Si realizáramos una comparación de la relación expectativas-logros entre las décadas del cerebro y aquella del espacio, encontraremos razones para no calificar de pesimistas las aseveraciones anteriores.
Uno de los logros tangibles de la década del espacio fue la llegada del hombre al suelo lunar. El homo sapiens del siglo XX, al igual que sus coespecíficos de siglos pasados, conquistaba nuevos y vastísimos territorios allende sus fronteras; "un pequeño paso para un hombre, pero un gigantesco salto para la humanidad", diría Neil Armstrong aquel día. Por el contrario, hoy, a portas del siglo XXI, finalizando el plazo propuesto para el conocimiento del cerebro, no tenemos mucho que decir, salvo que el cerebro resultó más complejo de lo que esperábamos.
Pero no todo el panorama es negro, existen algunos aspectos grises e incluso con una buena dosis de opitmismo; algunas áreas pueden parecernos realmente iluminadas. En lo que resta de este espacio trataremos de resumir algunos de estos aspectos.
El proyecto "Década del cerebro" fue una iniciativa patrocinada por la Biblioteca del Congreso (LC) y el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) de los Estados Unidos. Su objetivo primordial era dar cuerpo a los objetivos propuestos en la resolución 174 del Congreso. Públicamente presentada el 17 de Julio de 1990 por el entonces presidente de los Estados Unidos de Norteamérica George W. Bush, la década del cerebro alcanzó pronto la primera plana en el medio académico internacional. El tema central de la resolución era el fortalecimiento de una toma de conciencia general sobre los beneficios del estudio científico del cerebro.
La proclamación presidencial 6158, en la que se declaraba la década iniciada el 1 de enero de 1990 como década del cerebro, se centró en cuatro puntos principales: 1) el incremento en el aparecimiento de enfermedades cerebrales y mentales de tipo degenerativo, traumático y congénitas; 2) los avances tecnológicos en microscópica y neuroimagenología; 3) los avances conceptuales en la comprensión de algunos procesos patológicos así como en el desarrollo de algunas ciencias básicas, por ejemplo, la genética o la bioquímica; y 4) avances en disciplinas intermedias como la biología molecular o la genética molecular. Se hacía referencia también, en este discurso, al ahora famoso capítulo de la drogadicción y de la fármaco dependencia. Vale la pena mencionar, igualmente, la preocupación explícita expresada por el ex-presidente Bush sobre el impacto que sobre la comprensión del funcionamiento cerebral habría de tener el conocimiento de las relaciones entre los sistemas nervioso, endocrino e inmune.
En 1985, Wolf Singer definió la Neurociencia como una ciencia que integra el conocimiento de algunas disciplinas científicas, como la neuroanatomía, la neurofisiología, la neurofarmacología, la neuroembriología, las ciencias del comportamiento (incluidas la psicología fisiológica, la neuropsicología y la etología), y de otras disciplinas intermedias, como la biología y la genética moleculares. Esta demarcación conceptual fue seguida por la comunidad académica dedicada al estudio de las denominadas , en aquel momento, neurociencias, término éste que reflejaba, entre otras cosas, la carencia de un sentimiento de unidad en el estudio y la comprensión del sistema nervioso.
En líneas generales, podemos decir que la neuroanatomía ha llegado a una edad adulta en la que sólo mediante la fusión con la neurofisiología y gracias a la utilización de técnicas de marcación muy sofisticadas, ha logrado trascender el nivel meramente descriptivo-histológico que durante muchos años la envistiera. Algunos de los grandes pasos de la neuroanatomía durante esta década, han sido dados en torno a dos grandes áreas: 1) la descripción celular y subcelular de los elementos responsables por el funcionamiento neuronal; y 2) el seguimiento pormenorizado de vías de comunicación neural. Estas dos áreas han permitido impresionantes avances en todas las demás áreas, desde la neuroembriología hasta la psicología fisiológica.
Desde el punto de vista de la bioquímica, los avances más importantes parecen haber sido realizados en torno a tres renglones: 1) el perfeccionamiento en las técnicas utilizadas para el diseño y la elaboración de nuevas moléculas, técnicas éstas que incluyen la simulación molecular y, últimamente, la utilización de realidad virtual; 2) el cambio en la concepción general de la farmacología, desde una concepción más global hacia un interés más centrado en la determinación de los principios generales que a nivel subcelular, e incluso molecular, son los responsables de la acción y 3) la alianza con otras áreas especializadas, alianzas que han dado como resultado la generación de huestes de moléculas súper especializadas, con las cuales, pensar en fármacos inteligentes ya deja de ser tema de ciencia ficción.
Otros avances tecnológicos han hecho posible el surgimiento de técnicas de alta precisión para el registro de la actividad del sistema nervioso. Dentro de ellos podemos mencionar tanto nuevos desarrollos tecnológicos, cuanto mejoras en la precisión de técnicas ya conocidas. Ejemplos de esto serían la microscopía confocal, la resonancia magnética funcional, la microdiálisis in vivo; la voltametría, la magneto-encefalografía, el patch clamp y el voltage clamp; la tomografía por emisión de positrones, la electroencefalografía digital, entre otras. Vale la pena resaltar el aporte de la inmunología y de la toxicología para el desarrollo de nuevas armas de investigación, como inmunotoxinas de alta selectividad, inmunomarcadores, hibridización in situ, y otros inmunoensayos que son ampliamente utilizados en la cotidianeidad del trabajo en neurociencia.
Por su parte, la elaboración de hipótesis explicativas sobre la relación cerebro-comportamiento, ha empezado a alcanzar niveles de gran complejidad. Para ello ha sido de vital importancia el estudio de dos grandes áreas: 1) la neuroanatomía funcional; y 2) la psicología fisiológica. Estudios desarrollados en vivo han permitido analizar los efectos de la estimulación, lesión o interferencia temporal del funcionamiento de determinadas estructuras sobre comportamientos específicos. El papel de la etología y de la psicología experimental ha sido naturalmente decisivo aquí. El cada vez más preciso conocimiento del "cableado" del sistema nervioso proporciona, además, fundamento para el estudio neuroquímico descriptivo, paralelo a la descripción comportamental.
Otro de los grandes terrenos en que ha avanzado el estudio de la neurociencia, es también uno de los campos de mayor avance en la historia de la tecnología homo sapiens: la computación. Resulta obvio que, detrás de todos los desarrollos tecnológicos presentados hasta aquí, la utilización de la informática y la computación, es una condición sine qua non. Pero existe un impacto más directo de las ciencias de la computación sobre el desarrollo del conocimiento del sistema nervioso, que estriba en la posibilidad de realizar simulaciones, no solo a nivel molecular simple (por ejemplo, de interacciones droga-receptor), sino a nivel general del comportamiento cognoscitivo de un animal. Vale la pena recordar que simular un comportamiento no es otra cosa diferente que lograr un ensayo virtual de las consecuencias de la modificación de ciertas variables sobre el curso de otras variables. Esto es, de hecho, la única función que es capaz de realizar un cerebro, representar neuronalmente la realidad física percibida y coordinar las acciones emitidas de acuerdo con ella. La inteligencia artificial es uno de los mejores ejemplos de una da las aplicaciones del estudio de la simulación de los sistemas biológicos. Durante los inicios de la cibernética, existía la idea implícita de que el cerebro poseía un funcionamiento serial. Posteriormente, se hizo claro que una de las grandes ventajas del funcionamiento del cerebro sobre el de los computadores era la posibilidad de presentar un tipo de procesamiento en paralelo. De hecho, en este momento el diseño de la arquitectura de los computadores intenta semejar las propiedades de procesamiento en paralelo del sistema nervioso.
El abordaje ínter y transdisciplinario del estudio del cerebro, característico de esta década fue, a nuestro modo de ver, uno de los logros más importantes alcanzados en la neurociencia. Se mostró así que, tal como fuera previsto para otras áreas del conocimiento científico, la aproximación multisistémica es el camino más promisorio para la consecución de explicaciones coherentes, adecuadas a la realidad empírica, y consistentes con las posiciones filosóficas subyacentes a los marcos teóricos empleados.
Generalmente, sucede que en el medio de un proceso académico aparecen grietas divisorias. Normalmente, tales grietas hacen que seguidores de teorías inicialmente muy similares construyan lo que podríamos denominar ghettos académicos, a los cuales sólo son bienvenidos los que comparten posiciones determinadas y de los cuales son expulsados los portadores de posiciones diferentes. El paso del tiempo y la cotidiana lucha por la supervivencia hace que los ghettos mejor orientados (esto es, más acordes con la realidad) sobrevivan, naturalmente a expensas de los menos adaptados. Los sobrevivientes enarbolarán banderas que serán tomadas por los jóvenes que recién ingresan al mundo académico como armas y escudos de guerra, en tanto que los perdedores terminarán, o bien, buscando formar parte de las huestes triunfadoras, o bien, desertando o fundando posiciones alternativas colindantes con movimientos religiosos.
La psicología, en este momento histórico particular, está manifestando precisamente este proceso. En 1992 ya era popular (y hoy en día es considerada ya como un clásico) la frase de Eric Kandel: "quizá la frontera final de la ciencia -su último desafío- sea la comprensión de las bases biológicas de la consciencia y de los procesos mentales por medio de los cuales percibimos, actuamos, aprendemos y recordamos". Con esta aseveración la neurociencia reclamaba para sí (con sobrada razón) la hegemonía de los territorios de la mente. En 1995, por ejemplo, Eric Kandel, Thomas Jessell y James Schwartz, en su libro Essentials of Neural Science and Behavior, planteaban que el estudio de la psicología sólo podría ser considerado como sólido si se desarrollaba desde el marco de una neurociencia comportamental. Enfáticamente, afirmaron los autores que la psicología como ciencia tanto del comportamiento como de la mente, no puede ser pensada sino desde la neurociencia experimental. Ramas de la psicología, tales como la neuropsicología, la psicobiología, la psicofarmacología, la psicología cognoscitiva e incluso algunas vertientes de la psicología comportamental, han aceptado el desafío del trabajo inter y transdisciplinario. Entretanto, algunos otros sectores intentan redefinir el objeto de estudio, de tal forma que permanezca lo más lejos posible de la neurociencia.
Como consecuencia de todo esto, ni siquiera las áreas profesionales de prestación de servicios escapan a una modificación de matiz. Solo por poner un ejemplo de cómo la psicología está sufriendo un sismo en su propio quehacer profesional, veamos lo siguiente: El proceso mismo de selección de empleados comienza a depender de la aproximación teórica subyacente. En la psicología que está iniciando el cambio de paradigma (por utilizar el viejo término kuhniano), se está viendo que los parámetros de evaluación están empezando a descansar, ya no en veredictos puramente psicológicos (tipo entrevista o pruebas proyectivas de personalidad), sino que está empezando a ser corriente la utilización de pruebas neuropsicológicas (habilidades de destreza bimanual y dominancia cerebral, por ejemplo), neurofisiológicas (velocidades de conducción neuronal, etc.). La psicología que prefiere permanecer inalterable intenta realizar alianzas con disciplinas centradas en la administración o la economía, llegando a redefinir el objeto de trabajo en términos adecuados para la inclusión de las aproximaciones utilizadas. El otro camino, que ya está empezando a ser transitado por algunos y que, como mencionábamos antes, colinda con la religión y el esoterismo, está claramente evidenciado por el estudio de las cartas astrales de los candidatos como parte del proceso normal de selección. Esto, que posiblemente para algunos sea o bien una broma, o bien una exageración y que de ninguna forma debe ser criticado, es una realidad ya anunciada.
Así pues, toma a cada uno de nosotros, rectificar la posición personal frente a este problema y decidir el bando en el cual militaremos. Lo importante, quizá, sea saber que no importa cuál sea el bando desde el cual se trabaje, lo importante es tener la claridad epistémica del por qué se hace lo que se hace.
Para el siguiente siglo, el análisis realizado por grupos de futurólogos japoneses, brasileños y norteamericanos coincide en esperar que los avances de mayor repercusión; se darán en tres direcciones: 1) la informática, sobretodo en el desarrollo del poder de las redes de comunicación, de las cuales la misma INTERNET sería sólo una muy pequeña muestra; 2) la cibernética y la biónica, cuyas implicaciones son más que obvias; y, finamente, 3) la conquista espacial.
Esperemos, pues, que el conocimiento de la mente y la consciencia deje algún día , quizá en el siglo XXV, de ser la frontera final.
Cárdenas, F. (2001, 10 de abril). La década del cerebro. Logros e implicaciones. Revista PsicologiaCientifica.com, 3(4). Disponible en: http://www.psicologiacientifica.com/bv/psicologia-197-1-la-decada-del-cerebro-logros-e-implicaciones.html
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Década del cerebro,
neurociencia
miércoles, 22 de febrero de 2012
martes, 24 de enero de 2012
2012 año de la Neurociencia
El Consejo de los Diputados respaldará la celebración en 2012 del Año de la Neurociencia en España. El objetivo es impulsar la investigación en esta área y fomentar su divulgación entre los ciudadanos.
En los últimos 20 años ha crecido considerablemente el número de equipos dedicados a la neurociencia en España, así como las publicaciones científicas en la materia. Sin embargo, las repercusiones en los medios de comunicación son escasas: "el objetivo es que las personas de a pie sepan que existe la neurociencia, ofrecerles formación", señaló Mara Dierssen, investigadora del Centro de Investigación Genómica de Barcelona. Esta ciudad acogerá la VIII Conferencia Bienal de la Federación Europea de Sociedades de Neurociencia (FENS), que se celebrará del 14 al 18 de julio de 2012.
Durante el año se celebrarán actividades de diverso tipo como talleres, seminarios, exposiciones y conferencias organizadas por diferentes instituciones científicas. El Parque de las Ciencias de Granada, en colaboración con la Fundación de Neurociencias de Nueva York, acogerá la exposición: "Brain. The inside Story", que ofrece un recorrido por el cerebro y todo lo relacionado con él: el pensamiento, los sentimientos, la memoria, la esperanza y los sueños.
Por otro lado, la FENS ofrecerá ayudas de más de 1.000 euros a aquellas instituciones que quieran organizar un evento durante la semana de divulgación de cerebro, un acontecimiento que se celebra cada año a nivel mundial.
miércoles, 18 de enero de 2012
Por: Horacio A. Krell
Las neurociencias
detectan cómo se forman los hábitos y la neuroeducación enseña cómo se
cambian, se adquieren o se suprimen. Controlarlos es un mito porque al
hacerlo se los repite, como en la frase no pienses en un elefante. Lo primero que hacemos es pensar en él.
Aprender es
modificar el cerebro para que se adapte a los cambios. Aprendizaje y
evolución son sus armas para enfrentar los desafíos y su plasticidad
neuronal reformatea el sistema nervioso con la experiencia y el
conocimiento, y los aloja en la memoria.
Un recuerdo no es más que una asociación de neuronas convocadas por un estímulo.
Una memoria implícita.
Aprendizaje y memoria son aliados estratégicos. La memoria implícita
ejecuta acciones a nivel inconsciente, la explícita es una memoria
consciente. El hábito es una creación implícita que exige poco esfuerzo,
porque se repite cómodamente y en piloto automático.
La ventaja del
hábito es que no esfuerza la voluntad, es una memoria perfecta que se
repite. Recordar explícitamente es más difícil, los hábitos se usan sin
advertirlos. Sin ellos habría que pensar hasta para respirar. El hábito
se perfecciona con la repetición. Sin motivación y entrenamiento no se
consolida y se tratara tan sólo de un intento fallido.
La corteza
prefrontal organiza la secuencia de tareas necesarias para ejecutar un
plan y alcanzar un objetivo. Con la atención selectiva activa la memoria
operativa e inhibe otras. El aprendizaje asociativo sobre relaciones
causales se basa en el orden, la contigüidad temporal, espacial y la
contingencia entre las respuestas y los estímulos (ER).
Lóbulos prefrontales y ganglios basales.
En el reflejo condicionado descubierto por Pavlov la clave es el
ambiente, en el condicionamiento voluntario importa la motivación.
Las conductas
motoras son aprendidas y se perfeccionan con la práctica. Al
principio son imprecisas. Un programa instintivo se puede modificar con
estrategias cognitivas, con participación de la memoria explícita, hasta
que el cambio finalmente se automatiza y se vuelve implícito. Los
estudios con neuroimágenes confirman que, a medida que se construye una
destreza motora, la actividad basal aumenta al tiempo que la actividad
prefrontal disminuye.
Primero funciona la
asociación sensorial, luego la asociación motora. La conexión
prefrontal participa en el momento del aprendizaje con reglas explícitas
para aprender la secuencia, pero, a medida que se automatiza, los
ganglios basales controlan la ejecución, sin requerir un control
consciente.
Hábito es un
aprendizaje que no se basa en el saber, sino en conexiones automáticas
de (E-R). La secuencia se inicia más automática y compulsivamente que
en las destrezas motoras, que se desencadenan de modo más voluntario.
Muchos hábitos apenas requieren acciones motoras. Su aprendizaje, como
el pavloviano, desencadena respuestas inflexibles no orientadas a la
meta como la respuesta instrumental y una vez establecidas, no
requieren la retroalimentación que guía a la instrumental y están más
controlados por el contexto.
Son aprendizajes
resistentes a su rápida devaluación o extinción, porque la respuesta
está controlada mucho más por los estímulos que la preceden y mucho
menos por los que la siguen.
La resistencia al cambio.
Proviene de evitar el esfuerzo intelectual que el cambio representa.
Sin el control por contacto con la realidad el error se convierte en
hábito. El futuro puede ayudar a crear buenos hábitos si existe la
visión magnética del objetivo. La mente es como el campo, ambos
producen lo que se siembra en ellos.
Un hábito se crea
al darle prioridad, planearlo, ejecutarlo y controlarlo. La actitud vale
tanto como la aptitud. El hábito de la habilidad enseña a hacer, el de
la actitud las ganas de hacer, de empezar y perseverar. Hay que
formarlos en la infancia, el niño es el padre del hombre. El peligro son
los malos hábitos. Cada uno crea los hábitos que luego lo forman.
Concentrar la energía en el cambio. Cotejar
lo nuevo con lo viejo activa la energía de la corteza prefrontal que
se conecta con el circuito del temor donde interviene la amígdala.
Un cambio
importante consume mucha energía. Para evitar que triunfe la rutina se
deben generar nuevas rutas. Para incentivar el aprendizaje hay que
llamar la atención con propuestas sugestivas, que el cerebro cree
soluciones sin que le sean impuestas.
No existe segunda
oportunidad para la primera impresión. El momento crucial para entender
es interno. Para eso la idea debe ser presentada en un formato original
y frecuente para que refuerce la concentración y rompa el equilibrio
que conduce a más de lo mismo.
Energía individual y social.
La mayor parte del trabajo se hace colaborando y los resultados
dependen de que las relaciones sean satisfactorias y equitativas. La
cooperación da prioridad a los beneficios globales sobre los personales.
El mecanismo de refuerzo social es la motivación intrínseca, mientras
que la recompensa económica es extrínseca. Ambos activan áreas del
bienestar que junto a la justicia social y el respeto ayudan a aprender y
a disparar conexiones neurales que focalizan la atención en las nuevas
ideas.
La falta de respeto
o exclusión producen dolor, dificultan la habilidad de pensar, y
liberan cortisol, una sustancia nociva que despierta neurocircuitos de
aversión, temor y rechazo.
Un valioso recurso
es enfocar la atención en la respiración abdominal, que tiene por sí
sola la capacidad de producir la secreción de hormonas como la
serotonina y la endorfina y mejorar la sintonía entre los hemisferios
cerebrales. Al revés, el desánimo y la ira, hacen que las decisiones
partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente llevar la
atención a lo tiene la capacidad de serenar el estado mental.
La palabra es otra
forma de energía. La tomografía de emisión de positrones visualiza cómo
las personas que se hablan a sí mismas de una manera más positiva
consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral. Las palabras
activan núcleos transformadores del miedo.
¿Cómo actúan los fármacos?
Las neuronas se comunican entre sí liberando moléculas de dopamina, un
neurotransmisor de los buenos. Las personas con ADHD emiten dopamina
pero ésta es prontamente removida y su efecto dura poco. El fármaco
evita que sea barrida y persista por más tiempo. Son como los anteojos
que ayudan mientras se tienen puestos.
La droga sirve para concentrarse, regular la impulsividad pero no cambia la personalidad.
Se puede hacer
mucho desde lo educativo: aprender a administrar el tiempo y un método
de estudio. Si alguien es desordenado, la medicación no ordenará sus
papeles.
Los principios del cambio. Sólo
se cambia fácilmente lo que es sencillo. Para cambiar un comportamiento
hay que cambiar el patrón mental que lo genera. Al principio uno puede
dejar un hábito pero lo extraña y vuelve a él. Para pensar y vivir mejor
es necesario activar los neurotransmisores químicos del bienestar que
armonizan el sistema emocional.
En pocos días es
posible dar un gran paso en la forma de pensar. La neuroplasticidad es
el recurso físico. El cerebro hace que el resto funcione, da las órdenes
pero es educable. La mente es su parte invisible, nos brinda
pensamientos, ideas y los niveles de conciencia. Los programas
subconscientes se graban y automatizan creando hábitos por repetición.
Supermercado personal.
Hay un sitio donde comprar, estrenar y disfrutar cada día de forma
gratuita y divertida, de un modo feliz, nuevo y único ya que cada día es
diferente.
La cuestión es
reconocer lo que está mal y qué se debe cambiar. Un mal hábito, pese a
que perjudica física, emocional, espiritual o socialmente, se repite. Es
necesario explicitar lo que se desea cambiar y trazar una ruta para que
el reloj biológico se acostumbre.
El propósito del
cambio acelerado en 21 días es reprogramar la forma de hacer algo
luchando contra uno mismo y lograr el deseo de hacerlo en forma natural
como si siempre se hubiera hecho así. Los hábitos no cuestan si el
cuerpo los asimila naturalmente.
¿Cómo implementar hábitos?
Tan difícil como cambiar hábitos es implementar nuevos y acostumbrar al
cuerpo a hacer lo que nunca hizo. La constancia y la dedicación de
mejorar la calidad de vida son el motor de los cambios radicales. La
felicidad es una decisión de hacer lo que nos motiva convirtiéndolo en
hábito, quitándole el espacio a la depresión.
Cuidar los pensamientos:
La mente es un intérprete fiel de lo que percibe, lo traduce en
impulsos eléctricos y crea respuestas. Hay gente que ve los problemas en
forma de caos, otros como algo complicado y algunos como una
oportunidad.
El cuerpo pide que
no retrasemos los cambios, si pensamos a corto plazo es mucho más
saludable que pensar en un futuro incierto. El cerebro crea nuevos caminos
si se lo bombardea con acciones nuevas. William James decía que uno
tiene que hacer algo 21 días para que se convierta en un acto
subconsciente. Cuando aparece un fracaso, el ejercicio es encontrar
cinco cosas por las cuales dar gracias. Cada día tiene sus puntos
buenos.
Debemos aceptar que
vivimos en tiempo presente, que está bien disfrutarlo y que por algo se
lo llama regalo. Hay que hacer cosas que contribuyan al futuro, pero
disfrutar de las cosas que dan felicidad y revisar las metas para
conciliarlas con los actos placenteros.
También hay
meditaciones para ser más positivos sobre el futuro y a darle más valor a
vivir en el hoy y a nutrir las relaciones. Al cambiar los hábitos
negativos por positivos uno se convierte en otro. Elige algo concreto.
Hazlo tres veces al día durante 21 días sin preocuparte de otras mejoras
y el cerebro creará el surco neurológico del nuevo hábito.
Un
pensamiento de éxito repetido genera una acción. Una acción de éxito
repetida genera un hábito de éxito. Un hábito de éxito repetido genera
un carácter exitoso. El día 22 es el día en que la acción se hace hábito o ese día en que el hábito negativo desaparece.
Neuroprogramación de hábitos.
La clave es la proactividad, creer que uno puede cambiar las cosas, que
no está condicionado. Al mismo tiempo es necesario conocer la razón de
ser, la misión en la vida. La persona reactiva reacciona, el proactivo
elige primero lo primero, lo importante a lo urgente. Para la ley de
Pareto el 20% de los factores producen el 80% de los resultados. Hay que
entender por qué se quiere el hábito y darse 21 días para lograrlo y
aceptarlo o pensar que no era para uno. Es un ganar-ganar donde nunca
se pierde.
Darle lugar en tu agenda. Si llueve o se durmió, reprograme la práctica para la noche.
Identificar los refuerzos. Los hábitos se conectan. Despertar y acostarse temprano se relacionan, igual que el ejercicio y la alimentación sana.
La ley de Murph. Afirma que todo puede salir mal. La solución es anticiparse y ser previsor en los detalles.
Hacer un seguimiento. Es una forma de rendirse cuentas a uno mismo.
Auto confianza,
entusiasmo e ilusión son activos emocionales que movilizan la zona
prefrontal, sede del pensamiento avanzado donde se inventa el futuro y
se valoran las alternativas y estrategias para encarar los problemas y
tomar decisiones.
Cuando el corazón
quiere, la mente le muestra el camino. Hay que entrenar la integridad
honrando la propia palabra. Si alguien dice voy a hacer esto y no lo
hace altera físicamente su cerebro. El mayor potencial es la conciencia.
Aceptando lo que somos y lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se
resiste persiste. La aceptación es la clave. Sin fe el temor produce la
violencia que destruye. Creer en uno mismo es la fórmula de la creación.
Etiquetas:
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