miércoles, 31 de julio de 2013

¿Cómo se propagan las ideas? ¿Qué mensajes irán viral en las redes sociales, y esto puede ser predicho?

¿Cómo se propagan las ideas? ¿Qué mensajes irán viral en las redes sociales, y esto puede ser predicho?
 
Psicólogos UCLA han dado un importante paso hacia la respuesta a estas preguntas, la identificación por primera vez que las regiones del cerebro asociadas con el éxito de la difusión de ideas, a menudo llamado "zumbido".
 
La investigación tiene una amplia gama de implicaciones, dicen los autores del estudio, y podrían dar lugar a campañas más efectivas de salud pública, los anuncios más persuasivas y mejores maneras para que los maestros se comunican con los estudiantes.
 
"Nuestro estudio sugiere que las personas que están en sintonía con regularidad sobre cómo las cosas que estamos viendo van a ser útiles e interesantes, no sólo para ellos mismos sino para los demás", dijo el autor principal del estudio, Matthew Lieberman, profesor de UCLA de la psicología y de la psiquiatría y ciencias bioconductuales y autor del próximo libro "Social:. ¿Por qué nuestros cerebros están diseñados para la conexión" "Nos parece que siempre estar en la búsqueda de quién más se encuentra este útil, pruebas divertido o interesante, y nuestros datos del cerebro están mostrando eso. En el primer encuentro con la información, las personas que ya están utilizando la red cerebral implicada en el pensamiento acerca de cómo esto puede ser interesante para otras personas. Estamos conectados a querer compartir información con otras personas. Creo que es una declaración profunda sobre la naturaleza social de nuestras mentes ".
 
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición digital de la revista Psychological Science, con la publicación de la impresión de seguir a finales de este verano.
 
"Antes de este estudio, no sabíamos qué regiones del cerebro se asocian con las ideas que llegan a ser contagiosa, y no sabíamos qué regiones se asociaron con ser un comunicador eficaz de las ideas", dijo el autor principal Emily Falk, quien condujo la investigación como estudiante de doctorado en el laboratorio de UCLA Lieberman y actualmente es miembro de la facultad en la Universidad de Pennsylvania Escuela Annenberg para la Comunicación. "Ahora nos hemos trazado las regiones del cerebro asociadas con las ideas que puedan ser contagiosas y se asocian con ser un buen" vendedor idea. En el futuro, nos gustaría ser capaces de utilizar estos mapas cerebrales para pronosticar lo que es probable que tenga éxito y que es probable que sea eficaz en la difusión de las ideas. "
 
En la primera parte del estudio, 19 estudiantes de UCLA (edad promedio 21), fueron sometidos a resonancia por imágenes (fMRI), los escáneres cerebrales magnéticas funcionales Center Brain Mapping Ahmanson-Lovelace de la UCLA  , ya que vieron y oyeron información sobre 24 posibles ideas de piloto de televisión. Entre los pilotos ficticios - las cuales fueron presentadas por un grupo independiente de los estudiantes - fuera un espectáculo sobre los ex-reina de belleza de las madres que quieren que sus hijas sigan sus pasos, una telenovela española acerca de una mujer joven y sus relaciones, un reality show en el que los concursantes viajan a países con ambientes hostiles, un programa de los vampiros adolescentes y hombres lobo, y un espectáculo sobre los mejores amigos y rivales en una familia del crimen.
 
Se pidió a los estudiantes expuestos a estas ideas piloto de televisión para visualizarse a sí mismas como pasantes estudio de televisión que decidirían si ellos recomendarían cada idea a sus "productores". Estos estudiantes hicieron evaluaciones en video de cada piloto.
 
Se le preguntó a otro grupo de 79 estudiantes de la UCLA (edad promedio 21) para actuar como los "productores". Estos estudiantes vieron videos de las evaluaciones de los pilotos de los internos "y luego hicieron sus propias notas sobre las ideas piloto a partir de esas evaluaciones.
 
Lieberman y Falk querían saber qué regiones del cerebro se activaban cuando los internos fueron expuestos a la información que más tarde pasar a otros.
 
"Estamos constantemente expuestos a la información en Facebook, Twitter, y así sucesivamente", dijo Lieberman. "Algunos de los que nos pasan, y muchos de ellos no lo hacemos ¿Hay algo que sucede en el momento en que primero vemos -. Tal vez incluso antes de que nos damos cuenta de que podríamos pasarlo - que es diferente de las cosas que nos pasará el éxito frente a los que no lo haremos? "
 
Resulta que hay. Los psicólogos descubrieron que los internos que estaban especialmente bueno en persuadir a los productores mostraron significativamente mayor activación en una región del cerebro conocida como la unión temporoparietal o TPJ, en el momento en que fueron expuestos a las ideas piloto que más tarde recomendar. Ellos tenían una mayor activación en esta región que los internos que fueron menos convincentes y una mayor activación que ellos mismos tenían al ser expuestos a las ideas experimentales que no les gustaba. Los psicólogos llaman a esto "efecto vendedor". El
 
"Era la única región del cerebro que mostraron este efecto", dijo Lieberman. Uno podría haber pensado en regiones del cerebro asociadas con la memoria mostrarían una mayor activación, pero ese no era el caso, dijo.
 
"Queríamos explorar lo que diferencia a las ideas que una bomba de ideas que van viral", dijo Falk. "Hemos encontrado que el aumento de la actividad en el TPJ se asoció con una mayor capacidad para convencer a otros para subir a bordo con sus ideas favoritas. Nadie había visto antes en qué regiones del cerebro están asociados con el éxito de la difusión de ideas. Se podría esperar que la gente sea más entusiasta y obstinado de las ideas que ellos mismos están entusiasmados, pero nuestra investigación sugiere que no es toda la historia. Pensando en lo que atrae a los demás puede ser aún más importante. "
 
El TPJ, situado en la superficie externa del cerebro, es parte de lo que se conoce como "red de mentalización," del cerebro que participa en la reflexión sobre lo que otras personas piensan y sienten. La red también incluye la corteza prefrontal dorsomedial, situado en el centro del cerebro.
 
"Cuando leemos ficción o ver una película, estamos entrando en la mente de los personajes - que se mentalización", dijo Lieberman. "Tan pronto como se oye una buena broma, piensas, '¿A quién puedo decirle que esto y que no puedo saber? Hacer este juicio activar estas dos regiones del cerebro. Si estamos jugando poker y estoy tratando de averiguar si es un farol, que se va a invocar esta red. Y cuando veo a alguien en el Congreso declarar y estoy pensar si están mintiendo o diciendo la verdad, que va a invocar estas dos regiones del cerebro.
 
"Las buenas ideas se convierten en el sistema de mentalización", dijo. "Ellos nos hacen querer decir a la gente."
 
Los internos que mostraron más actividad en su sistema de mentalización cuando vieron los pilotos tenían la intención de recomendar eran entonces más éxito en convencer a los productores de recomendar también a los pilotos, según los psicólogos.
 
"Como estoy mirando una idea, que podría estar pensando en lo que otras personas puedan valorar, y que me podrían hacer una mejor idea vendedor después", dijo Falk.
 
Al estudiar aún más la actividad neuronal en estas regiones del cerebro para ver qué tipo de información e ideas activar estas regiones, los psicólogos podrían potencialmente predecir qué anuncios son los más propensos a propagarse e ir viral y que será la más efectiva, Lieberman y Falk dijo.
 
Tal conocimiento podría también beneficiar a las campañas de salud pública destinadas a todo, desde la reducción de comportamientos de riesgo entre los adolescentes a combatir el cáncer, el tabaquismo y la obesidad.
 
"La explosión de las nuevas tecnologías de la comunicación, junto con nuevas herramientas de análisis, promete expandir drásticamente nuestra comprensión de cómo se propagan las ideas", dijo Falk. "Estamos sentando fundamentos básicos de la ciencia a las cuestiones de salud pública addressimportant que son difíciles de responder de otra manera - en lo que hace campañas de éxito y cómo podemos mejorar su impacto."
 
Como nos guste particulares DJs de radio que tocan música que disfrutamos, la Internet nos ha llevado a actuar como "DJs información" que comparten cosas que creemos que será de interés para las personas en nuestras redes, dijo Lieberman.
 
"Lo novedoso de nuestro estudio es la constatación de que la red de mentalización está involucrado cuando leo algo y decidir quién más podría estar interesado en él", dijo. "Esto es similar a lo que un anunciante tiene que hacer. No es suficiente con tener un producto que la gente quiere."
 
Los co-autores del estudio son Sylvia Morelli, un estudiante graduado en el laboratorio de Lieberman, que ahora es un investigador postdoctoral en la Universidad de Stanford; Locke Welbourn, un estudiante graduado de UCLA en el laboratorio de Lieberman, y Karl Dambacher, un ex asistente de investigación de pregrado UCLA.
 
UCLA es la universidad más grande de California, con una matrícula de más de 40,000 estudiantes de grado y de posgrado. La Universidad UCLA de Letras y Ciencias y 11 escuelas profesionales de la universidad cuentan con profesores de renombre y ofrecen 337 programas de grado y especializaciones. UCLA es un líder nacional e internacional en la amplitud y la calidad de sus académicos, de investigación, de salud, culturales, programas educativos y deportivos continuos. Seis alumnos y seis profesores han sido galardonados con el Premio Nobel.

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III JORNADA DE BIOTECNOLOGÍA ALIMENTARIA Y I JORNADA INTERNACIONAL DE CREACIÓN INTELECTUAL


martes, 23 de julio de 2013

Dieta mental

El cerebro funciona con energía bioquímica y si sabemos cómo funciona, podremos sacarle más partido. Pero al igual que cualquier otro músculo de nuestro cuerpo, necesitamos entrenarlo y esto solo se logra con una “dieta mental”, compuesta por distintas actividades, que no siempre incluimos en nuestro día a día. David Rock, fundador del Neuroleadership Institute, junto con Daniel J. Siegel, describen lo qué tenemos que hacer para lograrlo. Lo han denominado “la bandeja de la mente saludable” y consta de siete actividades que hemos de realizar con frecuencia.Marta Romo la ha rebautizado como la agenda arco iris, que ha de convivir con nuestra agenda diaria para ser más creativos y desarrollar nuestro talento.
Veamos qué tendría que incluir nuestra dieta:
  1. Dormir, lo que refresca la mente, el cuerpo y consolida la memoria, asienta piezas de información que hemos ido aprendiendo durante el día. No es de extrañar que cuando nos levantamos nos vengan respuestas a problemas que antes de acostarnos no teníamos solución. Simplemente, el sueño ha hecho su trabajo. ¿Y cuánto hemos de dormir? Aunque habitualmente se piense que lo normal son ocho horas diarias, Rock y Siegel aseguran que depende de cada persona. Así pues, cada uno ha de saber cuánto tiempo es el adecuado para que su cuerpo y mente estén a pleno rendimiento. Por cierto, Albert Einstein dormía normalmente 10 horas diarias excepto en el caso de que estuviera trabajando en ideas que consideraba importantes, en ese caso dormía 11.
  2. Jugar, para experimentar con la vida: hace unos días hablamos de la importancia del juego, importancia que reafirma la neurociencia. Gracias al juego, somos más flexibles en nuestras emociones y podemos ser más creativos. Esta es la explicación científica de por qué somos más permeables al aprendizaje cuando disfrutamos con lo que hacemos. Nuestras frecuencia de ondas contribuyen a ello.
  3. No hacer: es posible que sea una de las más nos cuesta. No significa placer, sino tiempo para no focalizarse en nada en concreto, como cuando estamos en un avión y nuestra mente fluye sin objetivo específico u oímos música sin reparar ni en la letra. Son momentos que nos ayudan a que luego seamos más eficaces en alcanzar un objetivo. Por ello, a veces, antes de ponernos con una tarea compleja, es recomendable “perder” el tiempo haciendo otras cosas sin importancia. Es un preámbulo necesario para encontrar una solución.
  4. Desarrollar la introspección o vivir en el momento presente: a los que accedemos a través de actividades como son dar un paseo en plena naturaleza, escuchar una música tranquila o realizar algún tipo de meditación o relajación sin juicio. Ayuda a rebajar el estrés y reduce la presión arterial y la tensión muscular. De algún modo, es un actividad antesala para ser mucho más eficaces en nuestro trabajo.
  5. Conectar con los otros: es el tiempo dedicado a construir relaciones saludables, en las que disfrutemos de la compañía, de una buena conversación o de mantener un satisfactorio contacto físico. En alguna ocasión hemos hablado de la necesidad de la amistad como elemento que nos aumenta la esperanza de vida. Gracias a la conexión con otras personas somos capaces, además, de mejorar nuestro sistema endocrino, cardiovascular e inmunitario. 
  6. Hacer ejercicio físico: Todos sabemos que necesitamos hacer deporte para sentirnos sanos, pero lo que ha demostrado la neurociencia es que el ejercicio físico nos ayuda también a que nuestro cerebro sea más plástico para el aprendizaje y la creatividad. Potencia además las actividades neuronales que le protegen del envejecimiento o de cualquier otro daño que podamos hacerle. La variedad en el ejercicio es amplia: desde el deporte hasta caminar, bailar, senderismo… 
  7. Focalizarse en objetivos: es el tiempo que dedicamos a realizar tareas para ser eficientes. La tecnología nos ha ayudado a que encontremos cualquier momento a lo largo de un día para resolver problemas, emails, llamadas… sin embargo, para focalizarnos en las tareas de un modo más eficiente es recomendable que nos centremos en alguna, que no caigamos en la multitarea, que nos roba tiempo y energía.
Pues bien, de acuerdo con la neurociencia si queremos ser más eficaces y creativos debemos incluir una serie de actividades que musculen nuestro cerebro, como las del descanso, la reflexión o el contacto con amigos. En la medida que olvidemos a alguna de las anteriores, nuestro querido cerebro se sentirá cojo de alguno de los ingredientes que le permiten estar a pleno rendimiento.
Recetas
  1. Toma tu agenda de las últimas semanas e identifica de la relación de actividades anteriores en cuáles te has centrado más y cuáles has dejado un poco de lado.
  2. Reflexiona si tienes posibilidad, medios o personas para poder realizar todas y cada una de las siete actividades de la agenda arcoíris, como dice Marta Romo.
  3. Define un plan de acción en aquellas que sientes que están un poco más aparcadas.
Fórmula
El cerebro funciona con la energía. En la medida que lo alimentemos con las siete actividades fundamentales podremos estar a pleno rendimiento.

sábado, 13 de julio de 2013

SEDENTARISMO COGNITIVO


Mantener la mente ocupada reduce la pérdida de memoria
"Esto confirma que el efecto de la actividad cognitiva está por encima de todo factor asociado con una patología".



NUEVA YORK (Reuters Health) - Quienes dedican mucho tiempo a la lectura, la escritura u otras formas de procesar nueva información perderían la memoria y otras habilidades cognitivas más lentamente con la edad.

Un equipo halló que mantenerse "cognitivamente activo" en la juventud y la madurez está asociado con un mejor rendimiento en las pruebas de memoria a los 80 años.

Esto se comprobó también a través de las autopsias de los cerebros de los participantes que murieron y al tener en cuenta los cambios que indican la aparición de trastornos cognitivos, como el Alzheimer temprano.

"Existe una controversia sobre por qué un estilo de vida cognitivamente activo está asociado con (un menor riesgo de) deterioro cognitivo", dijo el autor principal, Robert Wilson, del Centro Médico de la Rush University, en Chicago.

"Una teoría es que el sedentarismo cognitivo es una consecuencia de una enfermedad subyacente y no un factor de riesgo", agregó.

Pero Wilson indicó que el estudio sugiere que la explicación no sería que los cerebros más enfermos serían menos activos en la tercera edad.

Con su equipo, desde 1997, le preguntó a más de 1.600 adultos mayores con qué frecuencia iban a una biblioteca, escribían cartas y buscaban información cuando eran niños, adultos y adultos mayores. Luego, les evaluaron la memoria y la función cognitiva anualmente para conocer su evolución.

Los nuevos resultados pertenecen a 294 de esos participantes que murieron cuando tenían alrededor de 89 años, a los que se les realizó una autopsia de cerebro para identificar cambios cognitivos.

Cada uno había realizado unos seis test cognitivos durante el estudio; 102 habían desarrollado demencia y 51 tenían un deterioro cognitivo leve.

Las habilidades cognitivas y la memoria se deterioraron un 48 por ciento más rápido en aquellos con poca actividad cognitiva y un 32 por ciento más lento en los más activos cognitivamente.

Además, la pérdida de función cognitiva se aceleró un 42 por ciento en quienes rara vez leían y escribían en la niñez y la juventud, y se retrasó un 32 por ciento en los participantes muy activos cognitivamente.

"Esto confirma que el efecto de la actividad cognitiva está por encima de todo factor asociado con una patología", dijo Charles Hall, de la Escuela de Medicina Albert Einstein, en Nueva York.

"Durante mucho tiempo pensamos que la actividad cognitiva no produciría ningún daño y hasta sería positiva, y esto lo confirma", agregó.

El estudio, publicado en la revista Neurology, no prueba que estar mentalmente activos proteja del deterioro cognitivo. Pero Wilson consideró que los resultados se "acercan a eso".

"Un estilo de vida cognitivamente activo es bueno para la salud cerebral en la tercera edad", sostuvo y recomendó optar por actividades estimulantes y desafiantes que se puedan sostener durante el envejecimiento.

FUENTE: Neurology, online

viernes, 21 de junio de 2013

DIAGNÓSTICO DE NECESIDADES DE FORMACIÓN "DNF" con EVIDENCIA CIENTÍFICA.


DNF basado en evidencia científica from Cth Consultores

Cómo transcender la subjetividad de quienes hacen la Detección de Necesidades de Formación "DNF", Detección de Necesidades de Adiestramiento "DNA" y/o Detección de Necesidades de Capacitación "DNC", para ello proponemos DIAGNÓSTICO DE NECESIDADES DE FORMACIÓN "DNF" con EVIDENCIA CIENTÍFICA. Una inversión segura.

jueves, 20 de junio de 2013

La paternidad modifica el cerebro y mejora la memoria

El nacimiento de un hijo implica cambios en la vida de una persona. Es muy común hablar de la maternidad y de las modificaciones físicas y hormonales que sufre la mujer durante esta etapa. Pero, sin embargo, poco se conoce sobre la biología del vínculo padre-hijo. ¿Qué sucede realmente en el cerebro de un hombre cuando se convierte en papá? Poco a poco la ciencia está comenzando a buscar respuestas. Nuevas investigaciones hechas tanto en animales como en seres humanos demuestran que la paternidad produce cambios físicos y químicos en el cerebro y, además, que el vínculo padre-hijo refuerza y mejora funciones cognitivas fundamentales como la memoria y al aprendizaje.
Y es que las neuronas del cerebro adulto se reconfiguran y crecen en respuesta a los grandes cambios de la vida, como la paternidad. “El cerebro es altamente plástico y todo lo que sucede en nuestra vida lo modifica en mayor o menor medida. Cada vez hay más evidencia de las neurociencias que demuestran que el amor paternal tiene una red del cerebro que comparte algunas estructuras con otros tipos de amor –como el romántico–, pero que algunas áreas le son exclusivas y que tienen funciones en el apego y las relaciones sociales”, explicó Ezequiel Gleichgerrcht, investigador en neurociencias cognitivas de Fundación Ineco.
En 2006, investigadores de la Universidad de Princeton, EE.UU., analizaron la estructura del cerebro de los monos llamados titís (Callithrix jacchus) y encontraron que era distinta en los titís que eran papás en comparación con los que no lo eran. El estudio publicado en la revista Nature Neuroscience concluyó que quienes eran padres tenían una mayor densidad de conexiones en una región del cerebro conocida como la corteza prefrontal que juega un papel crucial en funciones cerebrales superiores como la cognición.

En otra investigación, el psiquiatra de la Universidad de Basilea (Suiza) Erich Seifritz y su equipo utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional para demostrar que cierta área del cerebro de los padres se activa al oír el llanto de un bebé: la amígdala, que está implicada en el procesamiento de las emociones.

Hormonas. Cuando los padres tienen a su hijo recién nacido en brazos, aumenta su producción de oxitocina, la misma hormona que ayuda a las mujeres durante el parto a la contracción del útero, y prolactina, la hormona que se encarga de la producción de leche en las madres durante la lactancia. Esta es la conclusión a la que arribó un estudio de las universidades de Yale (EE.UU.) y de Bar-Ilan (Israel) en las que se evaluó a 160 hombres antes de ser padres y durante los seis meses posteriores. Estas hormonas actúan sobre la amígdala, centro emotivo del cerebro y se cree que ello condiciona los sentimientos y pensamientos en relación con el recién nacido.
Ser padre saca a la luz el lado más femenino de los hombres. Un estudio de 2011 demostró que los niveles de testosterona –la hormona masculina por excelencia– se reducen significativamente tras la paternidad. Es más, cuanto más implicado está el padre en la crianza del bebé, más se reduce su testosterona, según señaló el trabajo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. “La disminución de la testosterona parece ser un ajuste biológico que ayuda a los hombres a cambiar sus prioridades cuando llegan los hijos, ya que rasgos como la agresividad y la competencia son menos útiles”, dijo Christopher Kuzawa, antropólogo de la Universidad Northwestern de EE.UU. y uno de los firmantes del estudio.

Pero lo cierto es que aún queda mucho por conocer acerca de la función de estas hormonas en cuanto a su vinculación con el rol paterno.

“Se conoce menos sobre el amor paternal (en referencia exclusiva a padres) que el maternal que es el que suele investigarse. Los estudios en humanos y animales demuestran que se activan redes que disparan cambios hormonales en testosterona, oxitocina, prolactina y otros químicos importantes para el afecto y las conductas sociales. Se conoce poco aún de las áreas cerebrales: en padres, comparado a no-padres, se activa la corteza prefrontal y la amígdala cuando su hijo llora, pero aún es poca la evidencia de la red neural específica de este tipo de amor”, dijo Gleichgerrcht.
Pero no hay dudas de que las relaciones humanas significantes, como lo es la relación padre-hijo, contribuyen a la salud mental “porque implican activaciones de circuitos que favorecen la sociabilización, un factor protector ante los estresores de la vida”, concluyó el investigador.

sábado, 15 de junio de 2013

Nacen cada día muchas más neuronas de las que se pensaba

Hace cincuenta años, tras la crisis de los misiles en Cuba en octubre de 1962, se acordó limitar las pruebas nucleares. La preocupación en la opinión pública por la escalada del armamento y los ensayos nucleares, obligaron a los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética a firmar al año siguiente el Tratado de Prohibición Parcial de Pruebas Nucleares, aunque Francia y China continuaron realizándolas. Éste prohibía los ensayos en la atmósfera, bajo el agua y en el espacio, permitiendo sólo los subterráneos.

Como consecuencia de estas detonaciones, los niveles de carbono-14, una forma no radiactiva de ese elemento, crecieron en la atmósfera para descender posteriormente a partir de 1963, a niveles cercanos a los habituales. Con los alimentos, el organismo absorbe grandes cantidades de carbono contenido en los vegetales y animales y es utilizado posteriormente a medida que nacen nuevas células de las que pasa a formar parte.

Un grupo de investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), en el que participa Jonas Frisén, ha podido comprobar que las mismas concentraciones de este carbono pesado encontradas por aquellos años en el aire, se reflejan en las largas cadenas del ADN de las células del cerebro y gracias a ello han podido arrojar luz sobre un tema pendiente en neurociencia, el del nacimiento de nuevas neuronas en el cerebro adulto. El estudio se ha publicado en el último número de la revista Cell.

ARQUEOLOGÍA CEREBRAL
De este modo, las neuronas nacidas en los años cuarenta y cincuenta han sido datadas de igual modo que los arqueólogos fechan sus hallazgos. Midiendo la concentración en el hipocampo -la región cerebral asociada a los procesos del aprendizaje y la memoria-, de muestras de tejido procedente de personas fallecidas, los investigadores han encontrado que más de una tercera parte de estas células son renovadas a lo largo de la vida. Se ha estimado que alrededor de 1.400 neuronas nuevas se incorporan cada día durante la edad adulta en el hipocampo, un ritmo que apenas decrece con la edad. "Durante mucho tiempo se pensó que el hombre nacía con un número determinado de neuronas y que no se formaba ninguna nueva después del nacimiento", explica Frisén. Experimentos llevado a cabo hace 15 años con bromodeoxiuridina, una sustancia química que ya no se utiliza para estudios con personas, dejaron claro que sí había neurogénesis en el cerebro adulto, como habían sugerido trabajos previos, pero no zanjaron la polémica existente en este controvertido tema entre la comunidad neurocientífica.

Ésta "es la primera evidencia de que hay una sustancial neurogénesis en humanos a lo largo de su vida adulta, lo cual apunta a que esas nuevas neuronas contribuyen al funcionamiento del cerebro", destaca Frisén. "Aún a falta de analizar en profundidad las ventajas o desventajas de su modelización matemática, y sobre las que habrá que tener la debida cautela, los hallazgos de Spalding y colaboradores demuestran que existe en el hipocampo humano adulto una tasa de neurogénesis muy superior a la sospechada hasta ahora, que es similar en cantidad en hombres y mujeres, y que estas nuevas neuronas tienen en el ser humano una vida media de alrededor de 7 años, la mitad de la de las neuronas que nacieron durante el desarrollo cerebral.

Pero lo más importante de todo es que la tasa de neurogénesis adulta declina durante la vida del individuo mucho más despacio que en roedores. Así, mientras que en los ratones de laboratorio la tasa de neurogénesis decae a la décima parte del nivel de la neurogénesis inicial a los 9 meses de vida del roedor, que suele vivir una media de dos años, en el ser humano esta tasa sólo decae al 25% en toda la vida, como se ha visto ya que se examinaron cerebros de sujetos de hasta 92 años", explica José Luis Trejo, responsable del grupo de Neurogénesis Adulta del Instituto Cajal-CSIC.

¿PARA QUÉ SIRVEN LAS NUEVAS NEURONAS?
Debido a que el proceso es similar en los roedores, la neurogénesis en humanos podría jugar el mismo papel que en aquellos, donde se ha demostrado que las neuronas recién incorporadas influyen en los procesos cognitivos y los desórdenes mentales. "Desde hace tiempo se sospecha que la depresión está relacionada con una menor neurogénesis en el hipocampo. Nuestros hallazgos podrían abrir el camino para desarrollar antidepresivos más efectivos una vez se comprenda a fondo todo el proceso", apunta Frisén.

Uno de los interrogantes que hoy persisten es la función que realizan las neuronas nuevas en el cerebro. Según explica José Luis Trejo, en los últimos 25 años se ha acumulado evidencia de que las neuronas inmaduras nacidas en el cerebro adulto cumplen una función importante para los circuitos neurales relacionados con el aprendizaje, memoria y respuesta a un medio ambiente en constante cambio. Incluso un reciente estudio publicado anteriormente en Science, apunta que una parte importante de las diferencias en la personalidad podría deberse a estas nuevas neuronas.

"Aquellos científicos reticentes a considerar relevante la neurogénesis humana adulta siguen teniendo razón en una sola cosa: los modelos matemáticos utilizados hasta la fecha no han sabido descubrir aún para qué sirven, en última instancia, estas nuevas neuronas en el hombre, pero a partir de este estudio, no podremos volver a decir que la neurogénesis adulta en humanos es una reminiscencia filogénica", opina Trejo. Y es que, explica el investigador del Cajal, en la escala filogenética, a medida que se asciende en las escala evolutiva, cada etapa tiene menos neurogénesis, lo que dio pie a que, en la década de los ochenta, muchos científicos de prestigio, ante las enormes evidencias de que existía neurogénesis en el cerebro adulto de los mamíferos, cuestionaran si esas nuevas neuronas servían para algo. 

Fuente: revista CELL

domingo, 9 de junio de 2013

1er Encuentro Regional de Ciencia, Tecnología e Innovación del estado Carabobo


Los invito a participar en el 1er Encuentro Regional de Ciencia, Tecnología e Innovación del estado Carabobo. Más información aquí.

domingo, 26 de mayo de 2013

LOS MEJORES COMMUNITY MANAGER DE ARGENTINA 2012

Management Herald, durante los meses de agosto y septiembre de 2012 y OH! PANEL llevamos adelante un inédito estudio online, para conocer el perfil y los desafíos del community manager en Argentina.

Participaron los siguientes targets (ver perfil de entrevistados).

Del análisis de los resultados, es posible establecer seguidamente además las 10 principales tendencias asociadas a la función del community manager en las empresas locales:

FUNCIONES
HABILIDADES Y DESTREZAS
RELEVANCIA

OPERACIÓN…

Más detalle de la página 39 - 44 aquí

viernes, 17 de mayo de 2013

La neurociencia del Liderazgo


Experta en inteligencia emocional, compromiso y neurociencias aplicadas al liderazgo, Silvia Damiano se formó en Argentina y comenzó su carrera profesional en Australia para luego trabajar en Chile, Colombia, Venezuela, Estados Unidos y Sudáfrica, donde “hace cuatro años, presentando en una conferencia de inteligencia emocional, conocí a Juan Carlos Cubeiro”.
Desde entonces, este le animó a escribir y fruto de aquel impulso nació Implícame. Reflexiones inspiradoras para directivos que buscan el compromiso, del que ya se han vendido 4.000 copias en Australia y que recientemente ha sido publicado en español por Planeta (Gestión 2000). Licenciada en Ciencias y Sociología por la Universidad de Buenos Aires, acaba de finalizar un programa sobre la neurociencia del liderazgo en el Reino Unido.
Especialista en el diseño e implementación de estrategias de aprendizaje organizacional, en 2006 Damiano recibió el Premio a la Excelencia en Aprendizaje y Desarrollo (Learning and Development Excellence Award) para el mejor proyecto del AITD (Instituto Australiano de Capacitación y Desarrollo). Ha trabajado ayudando a equipos y compañías de diferentes industrias a mejorar el rendimiento del negocio. 
FEDERICO FERNÁNDEZ DE SANTOS: ¿Cuándo nace su interés por la relación entre neurociencias y liderazgo? 
SILVIA DAMIANO: El tema de las neurociencias aplicadas al liderazgo es una temática nueva, originada hace apenas cinco años por un consultor australiano llamado David Rock, que hizo su doctorado entrevistando a muchos neurocientíficos del mundo. Hasta entonces no había muchos enlaces entre lo que existe en el mundo de la neurociencia y la aplicación de ese conocimiento en la vida diaria. En mi caso, teniendo antecedentes en Ciencias, siendo educadora y especializada en el desarrollo del talento y la inteligencia emocional, tenía mucho sentido comenzar a tomar esos elementos y aplicarlos al tema del liderazgo. Tengo audiencias de muchos profesionales (en su gran mayoría del genero masculino) de la parte de tecnología y de banca, a quienes realmente les cuesta expresar emociones, y cuando uno les explica lo que sucede a nivel cerebral y de química, empiezan a demostrar interés y aceptan que invertir tiempo en conocerse y aprender estas cosas es sumamente valioso.
La idea del libro Implícame es poder capturar la esencia de lo que hace al compromiso y que sirva como un libro de referencia rápida para esos líderes ocupados que quieran saber cómo implicar más a su personal. 
F.F.S.: Aparte de conocer los beneficios teóricos de la implicación, se ha descubierto la existencia de una serie de componentes y reacciones químicas que cambian o amplían lo que hasta ahora sabíamos acerca de la implicación por parte de las antiguas teorías de las escuelas de negocio norteamericanas. ¿Cómo afecta todo esto a la hora de abordar este concepto?
S.D.: Uno aprende mirando teoría y modelos, pero cuando estás en las trincheras (a mí me encanta educar), ves que aunque la gente lo entiende a nivel cognitivo, luego continúa haciendo lo mismo y, ante una situación de estrés, la mayoría revierte a patrones de comportamiento habituales. Por eso, una de las características de este libro es que contiene preguntas para invitar a la reflexión individual y para ayudar al lector a que se le ilumine esa lamparita interior. De esa manera, es más factible que la persona comience el cambio, porque tuvo su propia idea de cómo hacerlo, y no se quede con una teoría que con el tiempo se le olvida.
Creo que vale la pena entender el tema de las emociones y el compromiso, aunque sea de forma simple. El Dr. Evian Gordon, un neurocientífico y médico sudafricano, radicado en Sydney, con quien he tenido la oportunidad de compartir el proyecto de la Exhibición del Arte Cerebral, dice que las emociones ocurren dentro de nosotros en 300 milisegundos y el pensamiento consciente en 500 milisegundos. Luego estaría el sentimiento, que es la combinación de la emoción (a nivel subconsciente, de cuerpo) y el pensamiento. Por ejemplo: te encuentras con una víbora, tu cuerpo lo denota y después dices “hay una víbora”. Ahí es donde la amígdala (centro del temor en el cerebro) tiene su función: o bien nos quedamos quietos y peleamos o salimos corriendo. A nivel de compromiso en las empresas, no tenemos que tratar con ninguna “víbora”, pero sí con confrontación: clientes difíciles, jefes complicados… Por más que uno sepa lo que tiene que hacer, la primera reacción es la emocional. Existe una teoría que cifra entre 6 y 10 segundos el tiempo entre la reacción y la respuesta apropiada. Por eso, cuando recibes un correo electrónico agresivo, no hay que responderlo inmediatamente, sino tomarse un tiempo para decantar la agresión y poder filtrarla.
Actualmente, los Navy SEALs de California están utilizando los descubrimientos de la neurociencia cuando entrenan a sus marines. Por ejemplo, ellos consideran fundamental que su gente reentrene a la amígdala. Cuando los marines o soldados van a zonas de guerra y patrullan las calles, una de las cosas que tienen que decidir en fracciones de microsegundo es si la persona que va hacia ellos es un civil o alguien que les quiere agredir o matar. Naturalmente, estamos entrenados para detectar peligro y somos reactivos. Hoy en día, en una oficina, la gente sigue reaccionando de esa manera. 
Existe una relación entre la corteza prefrontal (zona situada detrás de la frente) y la amígdala. Cuanto más estrés tenemos, más dopamina y nor-epinefrina (dos neurotransmisores importantes) se liberaran en la corteza prefrontal, de modo que te vuelves más desorganizado, agresivo e impulsivo. Considerando que las principales funciones de la corteza prefrontal son memorizar, decidir, planificar, priorizar y comportarnos apropiadamente, una de las habilidades esenciales que una persona puede aprender es el autocontrol emocional, ya que sin ello te vuelves más ineficiente y más difícil de tratar.
F.F.S.: Las emociones generan una serie de consecuencias que se quedan grabadas en nuestra memoria, de manera que podemos asociar un evento con una sensación. ¿Están sirviendo todos estos conocimientos como base para ver cómo reaccionan las personas en los entornos profesionales? ¿Están cambiando mucho las teorías de formación de los cuadros en este sentido?
S.D.: Sí se está dando el cambio, pero todavía es lento, aunque este tema despierta ya mucho interés. Creo que con la generación conectada se producirá el salto, ya que ellos no responden a lo autocrático e impuesto, porque la tecnología les ha permitido operar en cualquier momento desde cualquier lugar. En su conciencia, la diferencia entre lo personal y laboral ya no existe. Mientras que nosotros nos acostumbramos a estar ocho horas sentados y a que nos digan lo que tenemos que hacer, la tecnología ha motivado un cambio de conciencia, aunque también ha limitado el desarrollo de ciertas habilidades, como las habilidades sociales (entre ellas la comunicación empática). 
En Australia, e imagino que también en España, ya se está viviendo una diferencia significativa entre las empresas más jóvenes -que requieren de la capacidad de un programador y un creativo- y las tradicionales. Gracias a la tecnología, la forma de trabajo virtual y el trabajo en equipo cambiarán notablemente la manera en la que las organizaciones operan. 
F.F.S.: ¿Cómo se puede mantener un nivel elevado de implicación en esa nueva organización con unas prioridades tan diferentes, donde el trabajo y la continuidad en un mismo empleo ya no es lo más importante, donde se da una cierta liberación de la lealtad a la empresa…?
S.D.: Al respecto, es muy interesante el modelo de los motivadores sociales, creado por David Rock, llamado SCARF: status, certainty, autonomy, relatedness y fairness. Según el modelo, estos cinco motivadores sociales te dan la pauta para que el cerebro opte por una de estas dos vías: bien buscar la recompensa o tratar de evitar el dolor. Un buen gerente, un buen líder, conoce estos cinco motivadores y cuál de ellos es más importante para su trabajador; por ejemplo, quizá para uno sea la autonomía, que significa tener clara la percepción de que puedes elegir o tomar tu decisión. En la gente joven, la autonomía es mucho más importante que antes. 
Si nos fijamos, Facebook está construida en base a estos motivadores sociales, aunque haya sido intuitivamente. En Facebook, todos tienen una página, algo que te da estatus; autonomía para poder poner tu foto; relación, pues todos pertenecemos a la tribu de Facebook; justicia, ya que unos y otros tienen el mismo acceso a ser visibles, y hay cierto nivel de comunicación que me da la certeza y que satisface ese circuito cerebral de que voy a recibir información o sé cómo funciona esto.
F.F.S.: A nivel histórico, los pueblos han motivado un cambio social dentro de un país cuando han sido capaces de juntar una masa crítica suficiente, leal a una causa; sin embargo, parece que el nivel de implicación de la sociedad actual está cayendo de una forma muy acusada. En Europa, estamos viviendo una simplificación en todas las estructuras empresariales. Por su experiencia y conocimiento internacional, ¿diría que es una tendencia general o local? ¿Es un tema de las economías avanzadas o sucede igual en los países en vías de desarrollo?
S.D.: En primer lugar, el tema de la lealtad lo han destruido las propias empresas con tanto outsourcing y tanto descuidar a sus empleados. En segundo lugar, la tecnología ha creado una sensación de individualismo. Todos tenemos un móvil y un ordenador, y eso hace que se refuercen conductas individualistas. En los países sajones, la desconexión es incluso mucho mayor, porque culturalmente no es tan intenso como en los países latinos el tema del afecto, de los abrazos, del cenar y almorzar juntos. El hecho de que uno pueda crear una vida imaginaria en Internet, a través de los juegos y la creación de avatares, hace que se modifique el cerebro. 
Un ejemplo interesante es un estudio recientemente realizado en EE.UU. que demuestra que el nivel de empatía de los jóvenes americanos ha disminuido significativamente en los últimos 20 años. No se sabe la razón concreta, pero si consideramos que un chico va de la escuela a casa, y su madre trabaja más, cuando vuelve a la casa no socializa, no conversa sobrelo que le ha pasado, sino que se mete en el ordenador y se queda ahí durante horas, se aísla del mundo, aunque él piense que está conectado. La capacidad de comunicar y de expresar se limita. Las neuronas espejo, que te permiten captar la intención y la emoción de la persona que tienes delante de ti, disminuyen notablemente cuando uno opera virtualmente –según dicen los expertos-. La cuestión es ¿quién reemplaza eso?, ¿cómo haces?
Uno de los principales problemas de las empresas tecnológicas y de telefonía es que sus programadores no quieren hablar con el cliente, de modo que tienen que asignar un project manager para que traduzca su lenguaje cuando hay un problema con algún cliente interno. Si bien el científico de antaño estaba totalmente orientado a la parte analítica y lógica del hemisferio izquierdo, todavía era empujado a tener reuniones y hablar con la gente. Pero en el momento que lo pones en un ambiente virtual, esa capacidad queda limitada. 
Creo que vamos a un modelo de trabajo con núcleos mucho más pequeños, donde la influencia del líder va a ser a través de la inspiración, no tanto a través de las órdenes o la imposición. 
F.F.S.: En el libro hace una descripción muy explícita de las características positivas y negativas hacia la implicación. Fruto de su trabajo en las trincheras, ¿cuáles destacaría como motivadoras y cuáles como alienantes?
S.D.: Esa descripción es el resultado de mil encuestas online. Un jefe que no sabe controlar sus emociones fuertes, que grita o se esconde, crea un ambiente laboral estresante que hace que la gente se ponga a la defensiva, se quiera proteger y termine con ganas de irse. Y conservar el talento es sumamente importante. 
Otras características críticas son la habilidad de escuchar, hacer preguntas y mostrar interés genuino por el otro. Un jefe que no escucha activamente no podrá saber qué es lo que realmente quieren sus empleados. Es realmente sorprendente que, aparte de las entrevista de trabajo, cuando se le pregunta a un candidato qué sabe y qué le gusta hacer, nunca más hay una conversación sobre si está contento con su tarea, qué fortalezas están usando, si quiere hacer una rotación…, muy pocos jefes hacen ese tipo de preguntas. 
Los jefes que más comprometen son, obviamente, los que prestan atención, los que saben construir la conexión emocional y dan autonomía a la persona para que tenga cierto nivel de decisión, de elección. Macquarie Bank, un importante banco australiano, mudó sus oficinas y ahora tiene menos escritorios que empleados. Sin embargo, la jefa de desarrollo cultural cuenta que una de las ejecutivas no podía soportar ese cambio, porque quería tener a todo su equipo de trabajo alrededor. Hay mucha gente que no soporta perder el control y piensa que si los empleados no están sentados en su oficina no están trabajando, cuando en realidad la forma de trabajar es mucho más fluida y la hemos favorecido con la tecnología. Pero los comportamientos humanos en el cambio siempre son mucho más lentos.
F.F.S.: ¿Cómo son los líderes que consiguen crear vínculos de lealtad?
S.D.: Juan Carlos Cubeiro, en su libro Los mosqueteros de Guardiola, cita esta frase del entrenador: “Yo no tengo problemas en putear a mis jugadores, pero dudar de ellos jamás”. A nivel organizacional, la gente es políticamente correcta. No dice las cosas en la cara, pero duda de los demás. Es mucho mejor que pongamos las cartas sobre la mesa y, si tenemos conflictos, desarrollar mecanismos para tratarlos y ser abiertos y honestos. La honestidad conduce a la confianza, y sin esta es muy difícil construir un equipo sólido. Según el modelo de las cinco disfunciones de un equipo de Patrick Lencioni, la confianza es la base de la pirámide. 
Pero no existen mecanismos para que la gente sepa tratar el conflicto cuando aparece. Una de las cosas que más inspira es modelar con el ejemplo, es decir, que haya congruencia entre lo que dices y lo que luego haces. Si bien esto es algo muy antiguo, es común ver la carencia de este elemento en los directivos de empresas. 
También es sumamente importante autoconocerse. Uno de los programas más solicitados actualmente es justamente el referido a cómo lograr que los líderes reconozcan el impacto de su comportamiento personal sobre los demás. Si terminamos una reunión de trabajo, por ejemplo, es importante tomarse unos minutos para preguntar uno a uno cómo fue el encuentro, qué se podría haber hecho mejor, qué impacto tuvo… 
Hay que hacer este tipo de preguntas y conseguir un feedback directo para saber cómo corregir el curso. Los líderes que hacen esto generan confianza y aprenden a  manejar sus emociones mejor, porque aprenden a pedir feedback para luego poder reflexionar sobre sus acciones. Son los líderes más inspiradores porque, aunque te puedas enojar con ellos, si ya construyeron el balance fomentando emociones positivas con su personal, podrán recurrir a ellos más fácilmente en momentos de crisis y recibirán la ayuda que necesitan.
F.F.S.: De modo que si consigues un fondo humanizado, generas lealtad y el compromiso se vuelve recíproco. 
S.D.: Todos tenemos que estar implicados y no solamente esperar que sea el jefe el responsable de implicarnos. Pienso que todos somos seguidores y líderes al mismo tiempo, porque hay momentos en los equipos de trabajo donde uno también es el líder, ya sea porque tiene más conocimiento o una habilidad específica que otros no tienen.
Apoyarse en la posición o en el título, limita la capacidad. Mientras que, si no hay posición ni título, te preguntas qué hacer para influenciar a la gente que no trabaja directamente contigo, pero de la que necesitas su implicación. Creo que lo mejor es reflexionar sobre qué es lo que te implica a ti para poder generar una dinámica donde ambos seamos responsables. Así yo no espero que me des todo y me inspires, sino que tengo que inspirarme a mí mismo también. Ambos ponemos el esfuerzo para mover la energía en la dirección correcta, generando esa inspiración para sentirme bien y para que la gente quiera estar conmigo. 
F.F.S.: ¿Quiénes han sido las personas más inspiradoras a lo largo de su carrera?
S.D.: He tenido la suerte de tener buenos mentores. Recuerdo a un jefe francés que tuve en la época de Telecom Argentina. Su nombre era Jean-Yves Mounier, era ex IBM France y fue el que me introdujo al tema de la consultaría y la calidad total. Él era un líder que sabía implicar y fue fundamental en mi formación. Otra persona a quien admiro mucho es Deepak Chopra. Vale la pena resaltar algo que aprendí de él: hace unos años, Deepak hizo un entrenamiento con unos chicos argentinos de la calle, que no sabían ni leer ni escribir. Hicieron un experimento y les preguntaron qué es lo que les encantaría hacer: pintar, bailar… y durante tres o cuatro meses les formaron en la parte creativa, hasta que tuvieron confianza en que podían ser buenos en eso. Después empezaron el proceso de lectura y escritura. Al cabo de seis meses en total, los chicos ya podían leer y escribir. Me parece un ejemplo magnífico para reflexionar sobre cómo tratamos a los alumnos a nivel escolar y a los trabajadores en una empresa. Si en lugar de corregirles y machacarles por no ser buenos en algo, buscáramos aquello en lo que sí lo son y les reforzáramos eso, después adquirirían cierto grado de confianza y de autoestima para aprender lo que les falta. 
F.F.S.: Es muy posible que la revolución de la neurociencia rompa algunos paradigmas establecidos, ¿hacia dónde cree que va el futuro y qué importancia puede llegar a tener la neurociencia en la planificación estructurada de conductas?
S.D.: Al momento, estoy empapándome mucho de las investigaciones de un doctor de California, que tras hacer el escáner de 65.000 cerebros en los últimos 15 años, denotó los efectos en las conductas debido a ciertas disfunciones cerebrales. Cuando hablamos del desarrollo de habilidades de inteligencia emocional, a veces creo que podemos aprender la habilidad de la empatía, por ejemplo, pero también sospecho que podría estar limitada por alguna disfunción cerebral.
Cuando el cerebro está funcionando bien, tiene una actividad eléctrica simétrica, pero cuando no es así, puede haber un exceso (o una disminución) de la electricidad y un intercambio descontrolado de determinadas sustancias. 
Si consideramos los casos del escándalo Enron y su CEO, Jeffrey Skilling, este no tiene ningún remordimiento de lo que ha pasado, así que no podemos esperar que tenga una conducta de liderazgo normal, cuando quizá tenga una función cerebral totalmente alterada. Por ejemplo, hay estudios que afirman que un psicópata tiene la amígdala un 18% más pequeña de lo normal. 
No sé qué pasará en cinco o diez años, pero es probable que para elegir al líder de una organización -que sabemos que a través de la inspiración y el balance va a lograr el compromiso-, se haga un escáner del cerebro o algún tipo de evaluación de competencias cerebrales para confirmar que el board está eligiendo una persona que va a liderar con el ejemplo, que va a dar el feedback apropiado… De lo contrario, estaremos perpetuando disfunciones que conducen, tarde o temprano, a empresas disfuncionales. 
A medida que la tecnología sea más accesible, quizás estemos en una reunión de trabajo midiéndonos y viendo cómo estamos operando, y si la decisión que estamos tomando es la mejor o no. En los próximos años, es probable que haya muchos cambios en el funcionamiento de los líderes en las organizaciones.
F.F.S.: ¿Y también cambiará la manera de formar a los empleados?
S.D.: Con el advenimiento del e-learning, que al menos en Australia ha sido masivo, las empresas han reemplazado todas las sesiones de classroom y cara a cara, y la gente no aprende. No es posible lograr un cambio de conducta si no estás en el uno a uno, si no hay interacción, si después no se brindan sesiones de coaching para reforzar… Me sorprende que la gente espere cambiar de conducta con una sesión o haciendo algo online, cuando sabemos que construir nuevas conexiones neuronales no es tan fácil. Necesitamos un coach o mentor que nos recuerde focalizarnos en el nuevo hábito hasta que se consolide, y para eso se necesita refuerzo, inspiración y repetición.
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